La cartelería viaria del Ministerio de Fomento omite la ruta más corta entre Alicante y Valencia, a través de la autovía A-7 por Alcoy, al no indicar debidamente hacia alguna de las dos ciudades o aconsejar a los conductores que tomen una ruta distinta. El citado itinerario, que discurre por los valles industriales del interior de las dos provincias, tiene una longitud aproximada de 160 kilómetros, 20 menos que las otras dos opciones y por una vía en buenas condiciones, libre de peaje y sin demasiado tráfico. Sin embargo, las deficiencias en la señalización, que persisten desde que se terminó esta autovía en 2011, pueden despistar a muchos usuarios.

Los conductores que quieran seguir esta ruta y no conozcan bien el itinerario deben tener obligadamente la referencia de Alcoy, no ya porque se pase por allí, sino porque esta ciudad es la única que aparece de manera constante en la cartelería en ambos sentidos. En dirección a Valencia, la capital autonómica sí aparece señalada junto con Alcoy en la salida de Alicante por la Avenida de la Universidad, pero no ocurre lo mismo en la circunvalación alicantina (A-70), donde sólo se indica hacia la capital de l'Alcoià. Aparte de ese rótulo, sólo en dos puntos muy concretos en los alrededores de San Vicente del Raspeig se indica que por la A-77 (nombre que lleva la A-7 en el tramo más próximo a Alicante) se puede llegar hasta Valencia.

Quien no tenga un buen dominio del terreno y no se encuentre casualmente con alguno de esos carteles puede pensar fácilmente que la autovía termina en Alcoy -o quizá ni siquiera sepa que debe pasar por allí-, por lo que es probable que se dirija hacia Valencia por la AP-7, a través de la costa, o por la A-31 y la N-344, a través de Villena y la Font de la Figuera. En el primer caso, pagando 17,05 euros de peaje -eso los turismos; los camiones, 23,05 o 25,30, en función de su tonelaje-; y en el segundo, con un tráfico muy denso, un trazado bastante sinuoso y el peligroso tramo de la carretera N-344, que presenta una siniestralidad bastante elevada. Y haciendo 20 kilómetros más por cualquiera de las dos rutas. Únicamente a partir de las proximidades de Alcoy, pasados ya 50 kilómetros desde Alicante, se indica que por la A-7 se llega a Valencia.

Despiste hacia el sur

Haciendo el recorrido inverso, tanto a la salida de Valencia como en las circunvalaciones de la ciudad se señala que por la A-7 también se llega a Alicante «por interior», además de por la costa. El problema viene, sin embargo, cuando los conductores llegan a Xàtiva. Nada más pasar el acceso a esa localidad se separan la autovía A-35, que sigue hacia Albacete, y la A-7, que lleva hasta Alicante por Alcoy. La A-35 se construyó antes, y es la A-7 la que se bifurca y no al revés. Así, hay que desviarse de la calzada principal.

Esto no supondría mayor problema, de todos modos, si la señalización fuera la adecuada. El rótulo de la A-7 indica hacia Ontinyent, Alcoy y Gandia, pero para ir a Alicante se dice a los conductores que sigan por la A-35, lo que los llevará hasta la Font de la Figuera, donde deberán tomar la N-344 y más tarde la A-31 para llegar a Villena. Muchos usuarios que desconocen esta paradoja señalética terminan haciendo esta ruta sin que ésa fuera su intención inicial.

Los que tomen hacia Ontinyent y Alcoy pero no la conozcan puede que piensen que se han confundido, aunque estén siguiendo el itinerario correcto, puesto que no hay ninguna referencia a Alicante hasta Albaida, pasados 25 kilómetros. Hace ya más de un año que ese tramo, que era de la Generalitat -hasta entonces se llamaba CV-40-, fue transferido al Ministerio de Fomento. Se ha unificado el kilometraje a lo largo de toda la A-7, pero hasta la fecha no se ha rotulado Alicante en ningún punto.