Alicante, mediados de julio, por la mañana. Un turista británico, junto a su familia, deja atrás la plaza del Ayuntamiento y se dirige hacia la playa del Postiguet. En su camino, se encuentra con una señal informativa, situada en el entorno del antiguo hotel Palas. Detiene sus pasos para intentar ubicarse para futuros recorridos por la ciudad. Lo intenta, pero en apenas unos segundos ceja en su empeño: las pintadas multicolor que cubren casi por completo el cartel le impiden ubicarse y, por consiguiente, buscar próximos emplazamientos en la ciudad en la que ha decidido pasar unos días de vacaciones. Recoge la bolsa de la playa y continúa su camino.

Y es que son multitud las señales informativas repartidas estratégicamente por Alicante, repletas de pintadas, de pegatinas y de otros elementos, que se encuentran inservibles. Junto al citado cartel que, obligado por las circunstancias, tiene que dejar pasar el turista británico existe otro en similares circunstancias. Éste es más voluminoso e intenta ofrecer información por sus dos caras: una de ellas está totalmente agrietada; la otra presenta pintadas y varias pegatinas que, en este caso, más que esconder información lo que muestran es una imagen de evidente abandono.

Para continuar viendo carteles informativos con similares características basta con seguir paseando por las calles de Alicante, en lugares nada ocultos, sino en puntos estratégicos de una ciudad que vive abierta al turismo nacional y extranjero. Otras dos señales que presentan una indiscutible dejadez en su mantenimiento se encuentran, por ejemplo, a pies del Castillo de Santa Bárbara. Una, situada en la calle Virgen del Socorro, una vía muy utilizada para llegar a la playa del Postiguet, está prácticamente inutilizada por la multitud de pintadas con las que cuenta, junto a marcas de pegatinas que tras años de abandono han sido arrancadas, aunque dejando un visible rastro. La segunda, también a los pies del Castillo, se halla en la salida de la estación del Tram situada cerca del Marq.

Pero hay muchas más, y con un aspecto más descuidado si cabe. Por ejemplo, un panel que se ubica en la plaza del 25 de Mayo, muy transitada por turistas que llegan atraídos por el «tardeo». Un panfleto de un pasado espectáculo musical tapa por completo el panel que «nació» con una finalidad informativa de la que hoy nada queda.