Tras guardar cinco respetuosos minutos de silencio, el alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, admitió que «ningún lugar es seguro». «El atentado en Niza fue viendo los fuegos artificiales, como los podemos ver en Alicante. Ves que cualquier ciudad del mundo puede ser víctima de una persona que coja un vehículo pesado y lo enfoque hacia una masa de gente para hacer el mayor daño posible», afirmó ayer el dirigente socialista. Fuentes de la Concejalía de Seguridad de Alicante aplazaron hasta, como mínimo, dos meses antes de las Hogueras la posible decisión de reforzar la seguridad ante la amenaza terrorista.

En Elche, y de cara a las inminentes fiestas grandes que se celebran del 8 al 15 de agosto, el Ayuntamiento no tiene previsto que haya un plus de seguridad municipal añadido al dispositivo especial que ya de por sí se planifica con motivo de estas celebraciones. De momento se va continuar con la hoja de ruta prevista, según el edil de Seguridad.