El Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales hizo ayer público un informe para denunciar que la mayoría de las urbanizaciones ubicadas en suelo forestal carecen de planes contra los incendios. Cada año aumentan los incendios forestales que afectan a urbanizaciones o poblaciones que están rodeadas de vegetación forestal, o en terrenos forestales. Recientemente, en Carcaixent (Valencia) o en La Línea de la Concepción (Cádiz) donde se ha tenido que desalojar a un importante número de personas de urbanizaciones para evitar una desgracia de tamaño mayúsculo.

Anteanoche mismo hubo desalojados en Torrevieja por un siniestro en el entorno de la lagunas. La sequía ha convertido este verano la masa forestal de la provincia en un auténtico polvorín y en todo el territorio existen decenas de urbanizaciones que se llenan de vecinos, precisamente, durante el verano.

Este tipo de incendios son especialmente peligrosos para las personas que habitan estas urbanizaciones, a las que hay que evacuar en muchos casos, pero también lo son para los profesionales que trabajan en la extinción del incendio. Un porcentaje altísimo de estas urbanizaciones diseminadas por el monte carecen de planes de autoprotección, a pesar de que la normativa europea y española exige que dispongan de uno. En la Comunidad Valenciana es obligatorio, por ejemplo, disponer del Plan de Autoprotección previsto en Plan Especial frente al riesgo de Incendios Forestales (PEIF)

Cuando un incendio forestal afecta a una interfase urbano-forestal cambian completamente las condiciones a las que se enfrentan los equipos de extinción. Existe una nueva prioridad de emergencia: primero las personas, luego los bienes y, por último, el monte. Es un cambio a un incendio integral, en donde se engloba un incendio urbano o de viviendas y un incendio forestal. El procedimiento de la extinción cambia y pasa a ser una defensa en lugar de ataque, aumentan los riesgos, hay que tomar decisiones como evacuar o confinar y el escenario del operativo de extinción tiende a complicarse al intervenir muchísimas más variables, según apuntan los ingenieros forestales.

Reaccionar con eficacia

Los ingenieros forestales subrayan en su informe que para poder tomar decisiones inmediatamente, y que sean eficaces y seguras, es imprescindible que las urbanizaciones estén preparadas para la autoprotección, con planes realizados por profesionales forestales que prevean la evaluación de riesgos, actuaciones de prevención, medidas de vigilancia y alarma, medios materiales y humanos en caso de incendio y medidas de evacuación.

Tanto a nivel europeo, como nacional y autonómico en España hay diferente normativa que obliga a estas zonas a disponer de un plan de autoprotección que permita evacuar de forma segura a los habitantes en caso de incendios, salvar las propiedades y luchar de forma eficaz contra el fuego sin poner en peligro la vida de los equipos de extinción.

Desde 1992 se establece un reglamento comunitario que obliga a clasificar el territorio en función del riesgo de incendio y a proporcionar planes de protección frente a incendios en zonas de medio/alto riesgo. Y en 2010 se incorporar0n medidas de prevención de incendios, prestando especial interés a las zonas forestales junto a zonas urbanas.