La Fundación Caja Mediterráneo necesita una «reestructuración profunda» que garantice su viabilidad, tras haber perdido más de 16 millones de euros de patrimonio neto en los últimos tres años, pero en ningún caso su salvación pasa por dividirla en dos, una para Murcia y otra para Alicante, tal y como se ha planteado en algunos estamentos de la región vecina. Así lo aseguró ayer el director del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), Manuel Illueca, durante el encuentro organizado por el Foro Club INFORMACIÓN-Universidad de Alicante, en el que presentó el nuevo banco que la Generalitat va a poner en marcha para fomentar el desarrollo empresarial y en el que también se abordaron otros asuntos de actualidad, como la situación de la Institución Ferial Alicantina o la que arrastra la patronal Coepa.

Fue durante el turno de preguntas cuando uno de los asistentes al evento inquirió a Illueca sobre el futuro de la entidad heredera de la Obra Social de la CAM, tras la dimisión el pasado lunes de su presidente Matías Pérez Such. Una salida que, precisamente, se produjo después de que el IVF -que tiene encomendada la labor de supervisión de las fundaciones bancarias- remitiera un informe a los patronos de la institución en el que alertaba de su delicada situación económica.

«La marcha de la Fundación CAM era algo que no podía continuar mucho más en el tiempo. Estamos hablando de que se ha producido una reducción del patrimonio neto de 16 millones en tres años, de que tiene unos ingresos de sólo 0,6 millones cuando únicamente en gastos de personal se van más de dos millones», apuntó el alto cargo de la Generalitat antes de insistir en que la Fundación «no podía continuar sin una reestructuración profunda». Algo de lo que, a su juicio, también era consciente el anterior presidente, aunque nunca lo quisiera afrontar.

Al respecto, una vez que se ha producido la marcha de Pérez Such, la «hoja de ruta» del Consell en este asunto pasa por designar a una persona para la vacante que existe en el patronato y convocar a este organismo para elegir nuevo presidente. A partir de ahí deberá acometerse la reestructuración para ajustar gastos e ingresos. Un ajuste, eso sí, que no debe afectar a la «unidad» de la Fundación, que el Ejecutivo valenciano considera «fundamental» para la institución, según dijo, a pesar de las propuestas para dividirla que llegan desde Murcia. «La actividad que se desarrolla en Murcia y la que se desarrolla en Alicante tienen que seguir unidas. Nos parece un espacio de diálogo necesario entre las dos provincias, lo cual tampoco es óbice para otorgar un mínimo de autonomía al lado murciano», recalcó Illueca.

Negociación con el Sabadell

En cuanto al otro gran problema que amenza el futuro de la Fundación CAM, los numerosos juicios que afronta por las cuotas participativas que vendió la antigua caja alicantina de la que procede, señaló que «la Generalitat tiene que mediar en este asunto (con el Banco Sabadell) e intentar alcanzar una solución». Al respecto, recordó que los tribunales han responsabilizado alternativamente al banco y a la fundación por la comercialización de este producto y que «se está a la espera de que el Supremo unifique doctrina». No obstante, desde el Ejecutivo autonómico abogan por alcanzar un acuerdo con la entidad catalana para zanjar las disputas.

Por otra parte, el director del Instituto Valenciano de Finanzas también tuvo que responder a varias preguntas sobre los planes del Consell para la Institución Ferial Alicantina (IFA), de la que el IVF es el máximo acreedor. En este sentido, Manuel Illueca anunció que el organismo que dirige «ya ha solicitado la tasación de los bienes de IFA» con el objetivo de poner en marcha una solución similar a la alcanzada en Feria Valencia y que pasaría por la privatización parcial de esta infraestructura.

Un proyecto que incluiría la asunción de la deuda del recinto por parte de la Generalitat y el traspaso de la instalaciones a una nueva sociedad en la que el Ejecutivo valenciano tendría un determinado porcentaje -en Valencia el Consell y el Ayuntamiento se reparten un 40%- y el resto se colocaría a inversores privados.

En este sentido, tampoco se descarta que, para sanear las cuentas de IFA -que «sigue en pérdidas», según afirmó el director del IVF-, se puedan vender parte de esos activos, como los terrenos que se adquirieron para una ampliación que nunca ha llegado a ejecutarse. Un fin para el que también serviría la tasación encargada.

En cualquier caso, recalcó con insistencia que la Generalitat considera a la Institución Ferial «como una pieza clave» en el entramado económico de la provincia, por lo que el IVF «trabaja codo con codo con la Conselleria de Economía -de la que depende orgánicamente IFA- para elaborar un plan de viabilidad y de estrategia». Un futuro que, con inversores privados o sin ellos, lo que sí debe incluir es «un mayor volumen de actividad», según especificó.

En cuanto a la situación de la patronal alicantina Coepa, que se encuentra en concurso de acreedores al no poder afrontar la hipoteca que solicitó al IVF para construir su centro de oficios, Manuel Illueca reiteró una vez más su negativa a aceptar una dación en pago. El también profesor universitario hizo referencia a la tasación del centro que se ha realizado para el informe concursal de Coepa y que arroja un valor de 4,4 millones, superior a la deuda de 3,9 que tiene con el Instituto de Finanzas. No obstante, Illueca señaló que esta tasación está confeccionada sobre el valor de reposición del edificio -lo que costaría construirlo- pero no responde a su valor de mercado.

Un «ICO» autonómico

Aunque los asuntos de actualidad coparon casi todo el coloquio, el director general del IVF centró su intervención inicial en el nuevo Banc de la Generalitat, la entidad pública que el Consell pondrá en marcha con el objetivo de fomentar el desarrollo empresarial y favorecer el crecimiento de aquellos sectores económicos que considera estratégicos. Una especie de «ICO autonómico», como el propio Manuel Illueca lo denominó, con el que se pretende paliar la falta de recursos que el Consell tiene para destinar a las políticas de estímulo empresarial debido a la «infrafinanciación de la Comunidad Valenciana», que obliga a dedicar todo el presupuesto a cubrir servicios básicos.

La previsión es que este nuevo banco se desgaje del actual IVF a finales de 2017 y pueda operar con los mismos criterios de profesionalidad y solvencia que las entidades privadas con el objetivo de que pueda acceder a la financiación del BCE y de los mercados. Como recordó el responsable autonómico, en la actualidad el IVF, al carecer de ficha bancaria y formar parte del perímetro de consolidación de la Generalitat, no puede endeudarse más, por lo que sólo puede prestar el dinero que logra recuperar de créditos anteriores, lo que limita enormemente su capacidad. Aún así, este mismo año ya se han puesto a disposición de los empresarios diversas líneas de créditos destinadas al sector turístico, el emprendimiento o la economía social que suman hasta 75 millones de euros.

En la misma línea, Illueca lamentó la situación actual de la Sociedad de Garantía Recíproca -que arrastra una deuda de más de 400 millones con el Consell-, que impide que pueda cumplir su función de conceder avales a las pymes, y confía en hallar una solución.