El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, presentó ayer en la Diputación los resultados del último informe realizado sobre el impacto que tiene la marca «España» a nivel internacional. La Junta Electoral se lo prohibió en junio, en respuesta a una queja presentada por el PSOE, por considerar que en el informe se realizaban «valoraciones implícitas a los logros del Gobierno en estos últimos cuatro años», así como que el acto estaba financiado con dinero público. En el informe, todos los indicadores muestran la consolidación del crecimiento de su influencia positiva. El estudio dio a conocer datos como los 1.061 euros de gasto medio por turista, los 48 euros de rentabilidad de cada habitación de hotel y un gasto de 63.035 millones de euros al año (2015), cifra que se superará este año.

Este año, la confianza de los directivos y empresarios se sitúa en los 68,9 puntos sobre 100 frente a los 56,5 puntos de la última oleada. No obstante, según el informe presentado en Alicante, deben seguir realizándose esfuerzos para «comunicar al exterior la realidad de España». En general, los turistas ven a España como un país amable y creativo pero poco tecnológico.

«Marca España» es una política de Estado iniciada en 2012 para la promoción de la imagen exterior en los ámbitos económico, cultural, social, científico y tecnológico. El proyecto descansa sobre la premisa de que la imagen de un país está sujeta a cambios constantes y corresponde a los poderes públicos diseñar políticas que mejoren dicha imagen. El estudio asegura que la marca «España» ofrece seguridad en los procesos de expansión internacional, según las impresiones recogidas de empresarios y directivos. Este subíndice es uno de los que mayor crecimiento presenta, con un aumento de 6,1 puntos.

En términos de imagen exterior, España es percibida como un país de gente amable (77,3 puntos), creativa (72,9) y cualificada (69,3). En el lado contrario, los subíndices que registran menor valor son aquellos relacionados con la imagen de país innovador (53,2) y tecnológicamente avanzado (53,3), si bien ambos presentan una evolución positiva.

Por el lado del prestigio, España supera la puntuación de 57,9 puntos este año, lo que supone un crecimiento de 5,6 puntos. Por otro lado, el volumen de empresarios y directivos españoles que nunca han pensado enmascarar el origen español de su marca asciende a tres puntos y se sitúa en 80,1 puntos.

El informe subraya que existe un consenso generalizado en torno a la idea de que el origen español de marcas, productos y servicios no ayuda, sin embargo, a subir su precio de venta en el exterior, siendo éste el subíndice más bajo con tan sólo 39, 4 puntos (deficiente). Según la metodología del informe, entre 40 y 55 puntos denota insatisfacción, entre 55 y 70 satisfacción y por encima de 70 puntos, excelencia.