Una imagen insólita en la Bahía de Alicante, pero a la que habrá que acostumbrarse. La falta de carga (mármol y graneles) y la ausencia de espacio en la terminal de contenedores mantiene fondeados desde hace varios días, alguno tres semanas, fuera del Puerto a tres barcos que, en aplicación de la nueva Ley de Puertos, han optado por permanecer fuera de la dársena para ahorrarse los entre 800 y 1.000 euros que paga a día un barco de esas características por estar amarrado a los muelles. Una situación que ha provocado que la Autoridad Portuaria haya dejado de ingresar ya más de veinte mil euros. Hasta la aprobación este año de la nueva Ley de Puertos, los mercantes que visitan Alicante tenían, como también ahora, dos formas de amarrar, pero ambas eran de pago. En el interior de los muelles o fuera, en la bahía, con un coste mucho menor entre el cabo de las Huertas y Santa Pola. Una franja que ahora es gratis en la mayoría de los casos, por lo que los armadores ordenan a sus tripulaciones no entrar a puerto e, incluso, se restringe la bajada a tierra porque durante esta semana si carga, los marineros se dedican a las labores de mantenimiento de los barcos.

Fuentes de la comunidad portuaria de Alicante apuntaron ayer, en este sentido, que esta semana ha sido floja en cuanto al movimiento de graneles y, por ello, dos de los barcos han optado, posiblemente, por entrar a los muelles cuando tengan todo el flete preparado para cargar. En el caso de los tres barcos amarrados fuera del puerto, uno lleva ya más de veinte días por falta de carga y es el único que tiene que pagar un tarifa mínima, pero que con los días transcurridos supera ya los 3.000 euros. Los otros dos casos son diferentes. Ninguno de los barcos paga tarifa de amarre debido a que los motivos para no entrar a puerto son diferentes. Uno por estar completa la terminal de contenedores y el otro porque espera que llegue el granel a Alicante. Según la Autoridad Portuaria de Alicante, se trata de los barcos Moveón, que esperan ser fletados para un siguiente destino; el Hala B, tras una semana en Alicante entrará el lunes en el puerto para cargar; y el Emona, que lleva aguardando para atracar en la terminal de contenedores, algo que estaba previsto para ayer sábado.

Mientras, la bahía de Alicante ofrece, sobre todo por la noche, una estampa más propia de los puertos de Asia que la de uno modesto como es el de Alicante, pese a que el tráfico haya crecido casi un 30% en esta primer mitad del año, según las cifras hechas públicas en el ultimo consejo de administración. Mañana, la imagen de los tres barcos esperando faena habrá desaparecido, pero expertos en navegación aseguran que habrá que acostumbrarse a que se repita con más frecuencia.

Con todo, el tráfico portuario atraviesa por un gran momento. El número de contenedores movidos en los cinco primeros meses del año ascendió a 63.531, frente a los 54.252 entre enero y mayo de 2015, lo que ha supuesto un incremento del 17,1%. En cuanto al total de escalas hasta mayo de este año el puerto ha recibido un total de 355 buques frente a los 302 que arribaron a puerto hasta mayo de 2015, un 17,5% más que en 2015.