La Unió espera una cosecha del cereal "muy irregular" en la Comunitat Valenciana y con bajos rendimientos en la mayoría de las comarcas productoras de cereales, excepto en el norte de Castellón, donde se espera una buena producción.

Tras iniciarse la siega del cereal de invierno, la Unió calcula que la cosecha alcanzará alrededor de 49.000 toneladas, lo que supone un incremento del 16 % sobre la pasada campaña, aunque es un 13 % inferior a la media de los últimos diez años.

Mientras que en las comarcas de Castellón, sobre todo en el norte, se espera una cosecha muy superior a la pasada, en el resto de comarcas cerealistas de Alicante y Valencia la cosecha será menor, con una reducción de rendimientos del 40 % respecto de lo que se considera una cosecha normal (3,5 toneladas por hectárea).

Para la Unió, en esta irregularidad ha tenido una influencia "decisiva" la climatología, ya que el invierno ha sido muy seco y caluroso, con falta de horas de frío, y la primavera algo más lluviosa, pero con temperaturas de finales de mayo "anormalmente altas" para obtener un buen rendimiento final del grano.

A estas condiciones adversas hay que sumar un ataque generalizado de hongos por exceso de calor y humedad en primavera, situaciones de estrés hídrico que han provocado un menor rendimiento en la mayoría de zonas.

Estas condiciones desfavorables no se han dado en las comarcas del norte de Castellón, lo que ha hecho que la producción autonómica sea superior a la campaña pasada, aunque en las comarcas del sur de la Comunitat es inferior.

El aumento de producción autonómico contrasta con la bajada prevista de más del 1 % en el resto del Estado, y a pesar de ello los precios vuelven a bajar otra vez, lamentan las mismas fuentes.

Por el contrario los costes, han aumentado en los últimos dos años, lo que supone que en ese periodo la renta neta de las explotaciones de cereales valencianas disminuya un 31 %, a lo que se debe sumar un descenso del 13,5 % del antiguo pago único (ayudas desacopladas).

Esta situación de caída de renta, por un descenso continuado del precio de los cereales desde el año 2012, conlleva que las explotaciones y los profesionales del sector tengan un nivel de endeudamiento que hace peligrar la viabilidad económica de las explotaciones.

Por ello, la Unió apuesta por establecer alianzas entre el sector productor y la industria, a través de unos contratos que garanticen un suministro para la industria a cambio de un precio adecuado para el productor o por un sistema de seguros agrarios que contrarresten esta situación.

También pide a la Generalitat que establezca una moratoria en la devolución de los préstamos del principal y de los intereses que se solicitaron en el marco de las ayudas establecidas por la sequía de 2014.

En la Comunitat Valenciana existen aproximadamente unas 34.000 hectáreas plantadas con cultivos herbáceos, de forma más preponderante en las comarcas de interior, mientras que el principal cereal que se cultiva en este territorio es la cebada.