La comisión municipal sobre Ikea echará a rodar este próximo martes, tras el acuerdo adoptado ayer en la Junta de Portavoces, a la que también acudió el alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri. En la reunión constituyente, que está prevista que se celebre la mañana del próximo martes, estarán presentes dos representantes de cada grupo municipal, mientras que los tránsfugas estarán excluidos.

En ese primer encuentro, los grupos prevén definir los objetivos de una comisión propuesta por el PP, un punto en el que empiezan a chocar el tripartito y la oposición. Mientras el equipo de gobierno quiere esperar a que el Consell se pronuncie sobre la ATE de Ikea en Rabasa para empezar a negociar con la empresa, PP y C's proponen que la comisión empiece ya a tener contactos con la multinacional sueca para «ganar tiempo».

En esta comisión, los grupos tendrán voto ponderado, por lo que el tripartito contará con mayoría al no estar presentes los dos concejales no adscritos.

El alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, pidió al grupo municipal del PP que abandone la comisión creada para negociar la llegada de Ikea si la va a utilizar para «hacer oposición». El dirigente socialista incidió en que la comisión de pleno, creada «de buena fe», es para «que llegue Ikea, no para atacar al Gobierno».

Por otra parte, la Conselleria de Vertebración del Territorio ha enviado cartas a los pequeños propietarios de suelo en Rabasa en las que les da diez días para presentar alegaciones al desistimiento de la Actuación Territorial Estratégica (ATE) por parte de Alicante Avanza (participada por Enrique Ortiz). El portavoz del PP, Luis Barcala, considera que estos trámites pueden demorar varios meses una resolución definitiva del Consell, por lo que insiste en reclamar que los contactos con la multinacional se produzcan sin esperar a una decisión de la administración autonómica sobre el proyecto. «Hasta septiembre u octubre no se resolverá la ATE y lo sensato es contactar con Ikea cuanto antes», subrayó Barcala.