El conseller de Economía y el alcalde de Alicante se cruzaron duros reproches a cuenta de la decisión de la Generalitat de anular la apertura comercial los domingos y festivos. Rafael Climent recalcó que llamó seis veces a Gabriel Echávarri tras acabar el pleno del Consell «y en ninguna de ellas me cogió el teléfono». Añadió que desde su gabinete contactaron con el del primer edil, por lo que «seguramente será sabedor» de la medida y, aún así, «no se dignó a devolverme las llamadas». Asimismo, justificó el hecho de informar antes del asunto al alcalde en que, a su juicio, «teníamos que informar primero al pleno del Consell».

«Climent no tiene palabra»

Por su parte, Echávarri consideró que el conseller «es una persona sin palabra», puesto que «hace unos meses se presentó calificándose a sí mismo como un hombre de consensos» y dijo «que su objetivo era alcanzar acuerdos», pero «ahora y sin avisar a nadie dicta un decreto». Añadió que «no quiero pensar que el conseller de Economía esté adoptando medidas que afectan a Alicante sin haber estudiado el impacto que generan». Por otra parte, fuentes de alcaldía señalaron que Echávarri no pudo atender las llamadas de Climent porque estaba en un acto público del Hércules y en la Junta de Portavoces.