El alcalde de Alicante, el socialista Gabriel Echávarri, mostró ayer su apoyo incondicional a las personas que esperan «pacientemente» a que la Conselleria de Vivienda les conceda un inmueble social, preguntado por la decisión de la Generalitat de desalojar a familias que ocupan viviendas ilegalmente en el barrio de Virgen del Carmen. «Hay que distinguir entre un desalojo de una persona que está ocupando una vivienda y un desahucio, que es un drama social», aseguró ayer el regidor socialista, apenas unas horas después de que se conociera que la Conselleria de Vivienda ha empezado a enviar cartas a los inquilinos ilegales, instándoles a abandonarlas en un plazo de 48 horas.

El alcalde defendió ayer al área de Vivienda del Gobierno autonómico frente a los «okupas». «El Consell está invirtiendo en rehabilitar viviendas y luego llega una persona, le pega una patada a la puerta, entra y ocupa la vivienda», criticó Echávarri al ser preguntado por la posición del Ayuntamiento, a la vez que mostró su apoyo por las personas que están en lista de espera para una vivienda social. «Hay gente en lista de espera, que ven mermado su derecho por respetar la ley. No se puede tener el mismo respeto por aquellos insolidarios que no respetan a los demás», añadió.