Con casi un mes y medio de retraso sobre lo previsto, los nuevos agentes contratados por el Ayuntamiento empezaron ayer a vigilar las playas de Alicante. Este refuerzo para la Policía Local evitará que el área de Seguridad, dirigida por Fernando Marcos, tenga que recurrir a miembros de la Policía de Barrio, como se hacía hasta la fecha. Esta iniciativa supondrá un coste de unos 300.000 euros para las arcas.

En total, la Junta de Gobierno dio luz verde a la contratación temporal de 24 personas. Los primeros 16 ya patrullaron ayer los arenales alicantinos con el objetivo de evitar la venta ambulante, de hacer cumplir la ordenanza de playas, de velar por la seguridad de los bañistas y, también, de establecer coordinación con los voluntarios de Protección Civil y con el servicio de socorrismo.

Tras superar el concurso, el primer grupo de agentes fue convocado el pasado miércoles para recibir cursos previos y ayer ya pisaron las playas acompañados por otros agentes de la Policía Local, como se observa en la imagen tomada en la playa del Postiguet. El segundo grupo, formado por ocho personas, entrará a trabajar la próxima semana.

Así se completarán los 24 agentes que, en turnos de 7x7 (siete días trabajados y otros tantos de descanso), patrullarán las playas de Alicante, en principio, hasta mediados de octubre, según explicó el concejal de Seguridad, Fernando Marcos. Inicialmente estaba previsto que este servicio, pionero en la ciudad y similar al que está en marcha en el Ayuntamiento de Benidorm, entrase en marcha el 1 de junio y funcionase hasta final de septiembre. Un total de cuatro meses que, previsiblemente, se verán reducidos hasta los tres tras un importante retraso de casi seis semanas que, según la Concejalía, se debió a la tramitación administrativa. De hecho, a principios de junio las pruebas para elegir a los policías de entre los 150 inscritos ni habían comenzado.

Estos nuevos agentes, contratados con carácter interino, vigilan desde ayer las playas en parejas y a pie, aunque podrán recurrir a los «quads» que dispone la Policía Local de Alicante en «caso de necesidad». Ninguno de ellos dispone de pistola y, en caso de un «problema» que exceda sus competencias, deberán recurrir a los otros agentes del cuerpo. El Ayuntamiento les ha facilitado esposas, porra, una libreta y una emisora para comunicarse.

A estos nuevos agentes se les iba a exigir el dominio del inglés para poder comunicarse con los turistas, según explicó el portavoz del tripartito, Natxo Bellido. Sin embargo, las bases del concurso solamente recogieron que se «valoraría el nivel de inglés hablado».