La compañía aérea Vueling comenzó ayer a recuperar la normalidad en sus vuelos aunque en el aeropuerto de Alicante-Elche se registraron retrasos de hasta dos horas en la salida de los vuelos, como fue el caso del que partió hacia Barcelona a las 8.45 y no lo hizo hasta las 10.41 horas debido a que, también, el avión había llegado con 15 minutos de retraso desde El Prat. También hubo demoras, pero menores, en las salidas a Birmingham, Copenhague, Amsterdam y Roma, pero nada que ver con las cinco y dos horas de retraso que acumularon el domingo las salidas desde Alicante a Barcelona y Argel. Vueling operó ayer en Alicante cuarenta vuelos y Aena calificó la jornada como de normal, aunque todos los enlaces de la compañía registraran demoras medias de 40 minutos.

Por su parte, el director comercial de Vueling, David García, atribuyó el caos vivido en los últimos días a errores en la planificación de la aerolínea, que no pudo hacer frente a la «bola de nieve» de retrasos y cancelaciones iniciados el 28 de junio, a raíz de una huelga de controladores en Francia. García Blancas señaló que la aerolínea no calculó los efectos de la huelga general en Francia que le obligó a cancelar 56 vuelos en los que viajaban 8.000 personas.

La compañía se vio desbordada e incapaz de recolocar a esos pasajeros y mantener al mismo tiempo su operativa habitual, coincidiendo además con el inicio de la operación salida de las vacaciones de verano. Vueling contaba con 600 tripulantes, 400 de cabina y 200 pilotos. Ayer, la compañía anunció la contratación de más aviones y pilotos para afrontar el verano.