El consejo de dirección de la Entidad de Infraestructuras de la Generalitat (EIGE) ha decidido adaptar, de nuevo, las rentas de las distintas promociones de viviendas propias que tiene en alquiler para ajustarlas a la situación actual del mercado. La bajada lineal de un 15% que se aplicó en años anteriores a las 1.087 viviendas que tiene en régimen de alquiler en la Comunidad no tuvo éxito y,aproximadamente, un 40% de las mismas continúan vacías. Esto revela, según admiten en el departamento de la conselleria María José Salvador, que la decisión no ha resultado efectiva, que los precios de algunas promociones todavía están por encima del precio del mercado local y que esa reducción generalizada del alquiler no se ha traducido en un incremento de la ocupación de las viviendas. Seis meses después de la primera rebaja todo sigue prácticamente igual. Los precios se fijaron en los tiempos del «boom» del ladrillo y el anterior ejecutivo se olvidó de adaptarlos.
Ante esta situación y con el objetivo de adaptar las rentas al mercado de cada municipio, Vivienda va a realizar un análisis del mercado local de las distintas promociones que determinará cuál es el precio del alquiler adecuado en estos momentos.
«En las promociones cuyo alquiler esté por encima de los precios de mercado se reajustará aplicándole la reducción que le corresponda, haciendo más accesible a las personas interesadas en arrendar una vivienda. En aquellos bloques de viviendas en las que se determine que el arrendamiento de EIGE es el adecuado se mantendrá la rebaja general del 15%», según han explicado fuentes de la Conselleria en un comunicado.
Recordar, en este sentido, que en diciembre de 2015, el consejo aprobó el Plan de Alquiler Asequible, que ya supuso la reducción de las rentas de alquiler en los inmuebles públicos, estudiando caso por caso y teniendo en cuenta la situación socioeconómica de cada familia. El Consell mantiene operativo el plan para ayudar a las personas que ya residen en una de esas viviendas en alquiler y los futuros inquilinos, que supone que cualquier usuario pueda reducir el precio de su alquiler, teniendo en cuenta la situación socioeconómica de la unidad familiar.
Tres tramos
Para ello, se han establecido tres tramos que garanticen que el precio del alquiler sea lo más próximo posible a la realidad económica de los usuarios. Así, para un IPREM menor o igual a 1,5 (familias con ingresos de hasta 11.182 euros anuales), la renta del alquiler a pagar, incluidos gastos de comunidad, no superará el 25% de los ingresos ponderados. Mientras, para un IPREM mayor de 1,5 y menor o igual de 2,5 (rentas entre 11.182 y 18.637 euros anuales), el alquiler, incluidos gastos comunitarios, será como máximo del 30% de los ingresos ponderados.
Por último, para un IPREM superior a 2,5 (familias con ingresos superiores a 18.637 euros al año), la renta del alquiler, sin incluir gastos de comunidad, será inferior al 30% de los ingresos ponderados, según la Generalitat.
