Hay dinosaurios, gatos, planetas, una enorme pecera y hasta un caballo gigante. Los pasillos y habitaciones de Oncología y Cirugía Pediátrica del Hospital General de Alicante se han llenado de color y han perdido parte de su dureza gracias al trabajo de los alumnos de Bellas Artes de la Universidad Miguel Hernández, que han decorado cada rincón de la planta hospitalaria. Dibujos que invitan a los niños a evadirse y a sentir por unos momentos que se encuentran fuera del hospital.

El proyecto «Como en casa» empezó a gestarse hace tres años y culminó ayer con la inauguración de los murales.

La idea ha contado con la colaboración de lo propios niños ingresados en el hospital. «Ellos nos contaban qué cosas querían ver pintadas en las paredes, siempre motivos relacionados con el mundo exterior, lejos del hospital», señala María Laudes, estudiante de Bellas Artes, quien ha dirigido todo el proceso de la nueva decoración.

Así, de las manos de María y de la imaginación de los niños fueron surgiendo planetas, selvas, jardines y fondos marinos que ahora decoran cada rincón de estas estancias hospitalarias: puertas, baños, habitaciones, pasillos, control de enfermería, suelos y hasta las puertas que encierran los cuadros eléctricos de la planta. No hay un dibujo igual a otro y de la decoración no se salva ni la puerta del cuarto de la limpieza, adornada con un cubo de fregar del que brotan dos flores rojas.

Pero esta colaboración fue más allá. En el aula hospitalaria, los niños, guiados por sus profesoras Ruth Pérez y Marisa Ibáñez, pintaron aquello que deseaban ver plasmado en esas paredes y los alumnos de Bellas Artes lo trasladaron a vinilos que ahora llenan las estancias y que se alternan con la pintura mural de los propios estudiantes de la UMH.

«Queríamos crear una especie de mundo paralelo, para que la estancia de los más pequeños sea lo más llevadera posible. También supone una vía de escape para que los niños puedan desviar la atención cuando les someten a un procedimiento invasivo», señala la vicerrectora de Cultura de la UMH, Tatiana Sentamans. El proyecto ha estado financiado por la Fundación Aladina que trabaja en la atención de niños y adolescentes con cáncer.