La comunidad religiosa de la orden de Hijas de la Caridad abandonará en breve la residencia Virgen del Remedio, en la que trabajan desde comienzos de los años 90. La avanzada edad de las religiosas y la reestructuración que se está llevando a cabo en su orden están detrás de esta decisión, que trascendió ayer durante un encuentro mantenido por el vicario general del Obispado, José Luis Úbeda, con las religiosas, así como con residentes y familiares de esta residencia.Desde la sede provincial de la orden, en Zaragoza, ya se ha trasladado esta noticia al obispo, Jesús Murgui. «Toman la decisión con dolor, pero la han de asumir dentro del proceso de unificación provincial de la Hijas de la Caridad en España», señalaron ayer desde el Obispado.

Esta comunidad religiosa lleva trabajando en este centro desde comienzos de los años 90, cuando el obispo de la Diócesis les ofreció el hacerse cargo de la residencia Virgen del Remedio, entonces conocida como el Asilo de Benalúa. En este emplazamiento estuvieron hasta el año 2010, cuando la residencia se trasladó a un nuevo edificio, en la avenida Isla de Corfú, con capacidad para 90 plazas residenciales.

La marcha de las religiosas se hará efectiva durante el próximo mes de septiembre. Sin embargo, desde el Obispado insistieron ayer en que la residencia seguirá funcionando con normalidad, dirigida y coordinada por la fundación «Obra Asistencial Virgen del Remedio». La Diócesis de Orihuela-Alicante agradeció ayer los años de servicio de las Hijas de la Caridad en las dos ubicaciones que ha tenido esta residencia y manifestó «la enorme gratitud por todo el bien que han realizado a tantos mayores, especialmente de nuestra ciudad a lo largo de estos años».

Igualmente, la Diócesis de Orihuela-Alicante lamenta en una nota profundamente la pérdida de esta presencia religiosa para la ciudad de Alicante y para esta residencia.