La temporada de baño en las playas de la provincia de Alicante no ha tenido un buen arranque este año. Un total de ocho fallecidos hasta la fecha arrojan un trágico balance cuando apenas ha comenzado el mes de julio.

La imprudencia de algunos bañistas, junto a la falta de servicios de socorrismo en algunos puntos del litoral alicantino, marcan un negro inicio del verano.

La temporada de playas comenzó en Dénia de forma trágica. En menos de 24 horas, dos bañistas de avanzada edad fallecieron en circunstancias muy parecidas. En la mañana del 9 de junio, poco antes de las 9 horas, una turista se alarmó al ver flotando boca abajo el cuerpo de una mujer a pocos metros de la orilla de la playa de Punta del Raset. Pidió ayuda para sacar a la bañista, de entre 65 y 70 años, que no daba señales de vida. El dueño de un chiringuito corrió a ayudar y, durante 20 minutos, ya con la mujer en la arena, intentaron reanimarla. Pero todo fue en vano.

Cuando llegó el SAMU la bañista había fallecido. Por la mañana, no se la pudo identificar, ya que las únicas pertenencias que había dejado en la orilla eran una toalla, algo de ropa y unas llaves. No cogió la documentación. Tampoco nadie denunció su desaparición. Luego se supo que era una vecina muy conocida de Dénia de nacionalidad española.

La bañista, al igual que otra que falleció el miércoles en la playa dels Molins en un tramo sin vigilancia (tenía 72 años, era alemana y residía en Dénia), sufrió, según todos los indicios, un paro cardiaco o un corte de digestión. El mar estaba en calma.

El 12 de junio los bañistas de la playa de San Juan se llevaron un buen susto al ser evacuados del mar ante la aparición de una mancha de fuel procedente de una embarcación.

También en Dénia, un bañista de 53 años vecino de Ontinyent fallecía en la tarde del 20 de junio ahogado en la playa de les Marines. La víctima navegaba en una pequeña embarcación que el viento arrastró mar adentro. Se asustó y se lanzó al mar para volver a tierra a nado. Sus amigos avisaron de su desaparición, pasadas las 19 horas, que es cuando acaba el servicio de vigilancia de playas. Salvamento Marítimo estuvo rastreando la zona hasta que dos horas después halló el cadáver. El mar estaba bastante picado. En la mayor parte de las playas de la Marina Alta se izó ese día la bandera amarilla. Paradójicamente, en Dénia este año, por primera vez, la vigilancia arrancó el día 1 de junio.

Sólo tres días después, un bañista de 79 años residente en Calp aunque natural de Madrid moría ahogado en la calpina playa del Borumbot. Acudía a esta playa a darse un chapuzón tanto en invierno como en verano. Ese día se metió a nadar pese a que ondeaba la bandera amarilla y había fuerte resaca. Otros bañistas vieron pasadas las 12 horas su cuerpo flotando boca abajo. Estaba junto al espigón que cierra por el sur la playa. Tres socorristas lo sacaron a duras penas por el mal estado de la mar. Intentaron sin éxito reanimar al bañista que podría haberse ahogado tras sufrir un paro cardiaco. Una barca de salvamento llevó el cadáver sobre las 14:30 horas al club náutico, donde esperaba el furgón forense.

Ese mismo día, un hombre de unos 70 años se ahogó en la playa de l'Ampolla de Moraira. Los servicios de emergencia también tuvieron que reanimar a otra persona que había intentado ayudar al fallecido.

Otros tres días más tarde, un hombre perdió la vida mientras se bañaba en la playa de Levante de Benidorm. Alrededor de las 18 horas la zodiac que vigila las aguas de la ciudad turística halló el cadáver del hombre, de unos 70 años de edad y nacionalidad española, según detallaron fuentes de la Concejalía de Seguridad. Tal y como señalaron estas mismas fuentes, el bañista se encontraba nadando la distancia que separa la orilla de las boyas, que limitan la zona de baño y empieza la de tránsito de las embarcaciones. Los agentes activaron el protocolo para estos casos, avisando así a la Guardia Civil, para minutos después evacuar el cadáver por la zona del puerto, según explicaron fuentes de la concejalía del área.

El día 28 un hombre y una mujer de unos 60 años de edad fueron rescatados en la playa de Guardamar del Segura tras haber quedado atrapados en una corriente marina que les impedía volver a la orilla cuando ondeaba la bandera roja. En la operación participaron cuatro socorristas de Cruz Roja y el matrimonio pudo ser salvado sin sufrir daños

El día 30 de junio un hombre de 75 años murió mientras se bañaba en la playa de La Mata de Torrevieja. El varón fue avistado por numerosos bañistas flotando boca abajo y fueron éstos los que acudieron a socorrerlo, lo sacaron del agua y lo llevaron hasta la arena, puesto que la ciudad sigue sin disponer de servicio de salvamento y socorrismo. Hasta el lugar se desplazó un equipo facultativo que no puedo hacer nada por salvarle la vida y certificó su defunción.

Ese mismo día los socorristas de Calp salvaron la vida en la playa del Arenal a dos bañistas que se lanzaron al mar con bandera roja. Uno de ellos fue un bañista de 67 años y vecino de Cullera que se lanzó al mar pese a que ondeaba la bandera roja. Los socorristas ya le habían advertido de la prohibición de bañarse. Aún así, se metió en el mar. Los socorristas se percataron desde la orilla de que el turista tenía grandes dificultades para volver a tierra. Pusieron en riesgo sus vidas y se metieron en el mar. Al llegar al bañista, éste ya había perdido el conocimiento. Lo sacaron y le realizaron las maniobras de reanimación. Cuando el bañista recuperó el sentido, los socorristas le dijeron que debían trasladarle a un centro sanitario para un reconocimiento. Pero el turista lo rechazó y se marchó.

Unos días antes, concretamente el día 25, una bañista de 74 años fue ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital de Torrevieja con pronóstico reservado tras ser rescatada con síntomas de ahogamiento de la playa del Cura, en esta población. El Centro de Información y Coordinación de Urgencias (CICU) informó de que el suceso ocurrió a las 16.38 horas en la citada playa, cuando recibieron noticia de que la mujer había sido extraída del agua y se hallaba inconsciente. Se movilizó una ambulancia del Servicio de Atención Médica Urgente (SAMU), que le practicó las maniobras de reanimación y la trasladó al hospital de Torrevieja, donde permanece ingresada en la UCI y con pronóstico reservado.

Un día después, una bañista estadounidense de 26 años fue trasladada al hospital tras ser arrollada por una barca cerca de la cala de la Granadella de Xàbia. La turista, que nadaba fuera de la zona balizada, sufrió un corte de 12 centímetros en un pie causado por la hélice de la embarcación. Fue llevada por la barca al embarcadero de la Granadella, donde la atendieron los socorristas de la Cruz Roja, que la trasladaron en ambulancia al centro de salud de Xàbia. Los servicios de salvamento en playas han recordado que nadar fuera de la zona de boyas es un riesgo y más ahora que surcan el litoral un gran número de lanchas y motos de agua.

PLAYAS CERRADAS EN TORREVIEJA

La Policía Local de Torrevieja izó el pasado fin de semana la bandera roja en todas las playas del litoral, por orden del equipo de gobierno, para advertir a los bañistas de la ausencia de servicio de socorrismo, que aún no se ha instaurado en las playas al no haberse firmado el contrato de salvamento, pese a que justo comenzaba la temporada alta de playas. Así, los miles de turistas que el primer sábado de julio llenaron las playas de Torrevieja, vieron cómo, por sorpresa, funcionarios del Ayuntamiento, acompañados por los agentes, izaban la bandera roja en todos y cada uno de los arenales de la ciudad, en un día con el mar totalmente en calma.

LA ÚLTIMA MUERTE HASTA LA FECHA

El caso más reciente se produjo ayer mismo, cuando un hombre de 46 años falleció, al filo del mediodía, en la playa de El Altet, justo en el límite con Urbanova, en una jornada en la que ondeaba la bandera roja. Al parecer, unos minutos antes de las once de la mañana, una mujer que practicaba running por la orilla vio un cuerpo flotando en el mar. Fue así como dio la alerta al puesto de los socorristas, quienes, a su vez, llamaron a la ambulancia de DYA, que, casualmente, pese a que tiene su base en Arenales, se encontraba en esos momentos en la zona de El Altet; a la embarcación de salvamento y al 112, para que lanzara el aviso al SAMU. Paralelamente, los agentes de la Unidad Turística de la Policía Local estaban patrullando en bicicleta en esos momentos por allí, y se acercaron hasta el lugar, junto a otros dos efectivos más que llegaron posteriormente. La cercanía con la playa de Urbanova también hizo que se presentaran en la zona socorristas del punto situado en el término municipal de Alicante.

Una vez rescatado el hombre y llevado hasta la orilla, los servicios sanitarios trataron de reanimarlo durante cerca de una hora y media. Sin embargo, finalmente, acabó sufriendo una nueva parada cardiorrespiratoria y falleció.

El hombre, de origen rumano, llevaba unos meses empadronado en la pedanía de El Altet, según confirmaron fuentes municipales. No en vano, la mujer del fallecido y su hermano se personaron rápidamente en el lugar de los hechos, una vez que se les comunicó la triste noticia.

Ésta es la primera persona que fallece en el litoral ilicitano desde que arrancó la temporada estival hace unas semanas. De hecho, desde DYA, encargada del socorrismo en las playas ilicitanas, su coordinador, Antonio Tarí, ponía el acento en la necesidad de que la gente se conciencie del peligro que supone bañarse cuando ondea la bandera roja, tanto para los bañistas como para los propios socorristas. «Las banderas rojas que prohíben el baño no se izan por capricho y alertan de grave riesgo en el baño por corrientes, oleaje u otras circunstancias», apostillaba el edil de Seguridad Ciudadana, José Pérez. Es más, desde el Ayuntamiento ponían el acento en que hacer caso omiso de las banderas puede conllevar una importante sanción económica.

Sea como sea, el viento de Levante ya hizo que el domingo ondeara la bandera roja en la costa ilicitana, y ayer también se mantuvo esa misma alerta en Arenales, El Altet, El Carabassí, El Rebollo, La Marina y El Altet. Para la jornada de hoy, según admitían desde DYA, la previsión apunta a que se podría mantener el riesgo y, por consiguiente, la bandera roja, por la resaca que ha provocado el viento de Levante de los últimos días.