Las antediluvianas camas de manivela del Hospital de Sant Joan tienen los días contados. Y es que el centro sanitario llevará a cabo en los próximos meses una inversión de 1,5 millones de euros con el objetivo de renovar el obsoleto mobiliario de las habitaciones. Además de las camas, está previsto cambiar las mesillas de noche y los sillones que utilizan los familiares de los enfermos y que también se han quedado muy viejos.

Según explican desde el centro sanitario, dentro de este plan de inversiones se ha previsto adquirir 310 camas de hospitalización y urgencias, 348 sillones y 365 mesillas. Las camas «serán eléctricas y articuladas de última generación y las mesillas y sillones ergonómicos».

Con esta inversión se va a sustituir aproximadamente un 70% de las camas de las que dispone el centro sanitario y que proceden del antiguo Hospital Provincial y que por tanto no han sido renovadas por lo menos en un cuarto de siglo. El restante 30%, según apuntan desde el hospital, «se ha ido renovando en los últimos años».

En estos momentos el proyecto se encuentra en la fase de redacción y, «tras los trámites administrativos pertinentes, se espera disponer de la mayoría de las camas a lo largo del último trimestre del año».

Ampliación de las puertas

No obstante, este verano ya se va a acometer la primera fase para la renovación del mobiliario, y que va a consistir en ampliar el acceso a las habitaciones del hospital, de forma que las puertas sean más anchas y permitan el paso de camas más modernas y de mayores dimensiones. Para esta obra se han presupuestado 400.000 euros.

Pacientes, familiares, así como los principales sindicatos del Hospital de Sant Joan se habían quejado en reiteradas ocasiones del estado en el que se encuentra el mobiliario de las habitaciones, en especial de las camas, ya que la mayoría de ellas aún funcionan con una manivela para poder incorporar al enfermo. Algo que ocasiona importantes trastornos, sobre todo a mediodía y a la hora de la cena, cuando hay que incorporar a todos los pacientes de una misma planta a la vez para comer. Entonces, las pocas manivelas que hay por planta se convierte en el objeto más codiciado. Algunas de las camas, además, están tan viejas que se mantienen atadas con vendas y esparadrapos, según han criticado los pacientes en alguna ocasión.

Los sindicatos también han denunciado que el hecho de tener que subir y bajar las camas «a mano» provoca lesiones continuas en el personal que trabaja en las plantas. Y es que el de Sant Joan es el único hospital de la Comunidad que aún conserva este tipo de camas.