Una de las cuestiones que los colegios con aulas para niños de dos años pone sobre la mesa, en su defensa por la jornada intensiva, es el alto porcentaje de absentismo que se produce en estas aulas en horario de tarde. Así lo trasladaron desde el claustro del colegio Puig Campana en Benidorm, donde de los 18 niños que participaron el pasado curso en el proyecto experimentan con estas aulas, ocho no han acudido prácticamente en todo el año en horario de tres a cinco. «Están perdiendo horas lectivas, mientas que en el proyecto de jornada continua todo el desarrollo curricular se imparte por la mañana y la tarde queda libre para otras actividades», explican. R. P.
