¿Qué significa para Susi Díaz ser la pregonera de los Moros y Cristianos de San Blas?
Sólo el hecho de que hayan pensado en mí para ser la pregonera ya es un tremendo orgullo. Soy consciente de la importancia de estas fiestas. Es cierto que por la provincia habrá otras fiestas con más importancia, pero pocas con más fuerza, tradición y arraigo.
Guardando la esencia para mañana, sábado, ¿qué quiere transmitir con su pregón?
Soy cocinera y lo que más amo en la vida es mi profesión. No sé aún qué haré con el pregón, pero es hora de empezar a cocinarlo.
¿Qué destaca de una fiesta tan vinculada a la provincia como son los Moros y Cristianos?
Me encanta: su ambiente, su música, como comparten la gastronomía, la fiesta en toda su esencia. Mi problema, eso sí, es que cuanta más fiesta haya más trabajo tengo. Este oficio que tanto me gusta supone que cuando todo el mundo esté de fiesta yo tengo que currar mucho, y eso me impide participar. He estado en los Moros y Cristianos de Elche [su tierra natal], en Elda, con mi amigo Paco Torreblanca, en San Blas, en Alcoy... Me encanta ver los desfiles. Todavía no he tenido la suerte de ser partícipe, aunque todo se andará. A ver si algún día me puedo escapar y también salgo.
Como conocedora de los Moros y Cristianos de San Blas, con qué se queda de estas fiestas?
Soy muy amiga de los impulsores del Nou Manolí, del Racó del Pla o del Jumillano... Ellos fueron pioneros en San Blas, así empecé a ir a los cuartelillos, incluso mi hija desfiló cuando Miguel, de Jumillano, fue Capitán Moro. Además, he estado en el concurso de olleta, en otros desfile...
Ya que ha vivido la fiesta de cerca, ¿por qué bando se decanta: por el moro o el cristiano?
Pregunta difícil de contestar para mí porque me encanta la música cristiana, pero las vestimentas que me impactan y emocionan son las que lucen los moros. Si tuviera que desfilar, tendría que decantarme por un bando.
Usted es una de las mujeres más importantes dentro del mundo de la cocina en España. ¿Cómo valora la presencia cada vez más creciente de las mujeres en los Moros y Cristianos?
Es más justo. En la sociedad en la que vivimos, tiene que haber una igualdad total. Es cierto que hay tradiciones en las que cuesta que la mujer tenga una mayor presencia, pero es el momento de que esas tradiciones desaparezcan. La mujer debe estar porque se lo merece y porque sabe hacerlo igual de bien. Eso sí, reconozco que todavía queda mucho por hacer.
¿Cree que la presencia de la mujer en la alta cocina española está ya normalizada?
Cuesta bastante, pero no sólo en esta profesión sino en cualquiera en la que haya cargos con cierta relevancia. Eso sí, cada vez hay más mujeres en puestos importantes porque nos estamos haciendo un hueco por méritos propios. En mi sector, Alicante es la provincia con más mujeres en puestos relevantes, aunque es cierto que la sociedad aún nos otorga obligaciones, que deberían ser compartidas, como llevar a los niños al colegio, hacer las tareas de la casa? Creo que los hombres, en general, aún no están preparados para estar casados con una cocinera. Ahí, he tenido suerte, aunque es cierto que me he perdido mucho con mis hijos.
Como una de las chefs más importantes de España, ¿a qué le saben los Moros y Cristianos?
Muy fácil: San Blas me sabe a olleta. Cuando llega el concurso, todo Alicante huele a la mejor olleta. Es un plato emblemático
Fue pregonera hace dos años en su Elche, en las fiestas patronales de agosto. Además ha tenido importantes experiencias en la televisión. ¿Se siente también cómoda fuera de los fogones?
Para sentirme cómoda, intento adaptarlo todo a mí. En televisión sólo hablo de cocina, lo que no haría jamás sería ir a un debate de política porque eso no lo domino. Si lo que hago tiene que ver con gastronomía, me siento cómoda. En los Moros y Cristianos, igual, les gusta mucho comer bien.
