Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Sepulcre, el tránsfuga mudo pero con voto

El exmilitante de Ciudadanos protagoniza el pleno en su debut como edil no adscrito

Los dos concejales no adscritos en Alicante: Fernando Sepulcre, ex de Ciudadanos, y al fondo, Nerea Belmonte, ex de Guanyar. JOSE NAVARRO

Apenas unas horas después de renunciar a la militancia de Ciudadanos y convertirse políticamente en un tránsfuga, Fernando Sepulcre ya adelantó que no iba a entregar sus actas en el Ayuntamiento y en la Diputación porque había llegado a la política para «regenerarla». Ayer, ya desde su asiento de concejal no adscrito, el «ex» de la formación naranja no abrió la boca, aunque con su voto -que sí ejerció- decantó en contra del tripartito una moción presentada por sus anteriores compañeros de partido sobre un asunto de tráfico. En ese caso, votó junto a Ciudadanos, PP y Nerea Belmonte, la otra edil tránsfuga. Y es que a partir de ahora, si los bloques de gobierno y oposición siguen inalterables, el Ayuntamiento alicantino pasará por las manos de Sepulcre y de la «ex» de Guanyar.

Al margen de levantar la mano cada vez que el alcalde abría el turno de voto, Sepulcre intentó pasar más que desapercibido en su debut como edil no adscrito. Lo intentó, no abrió la boca durante las casi cinco horas que duró el pleno, pero no evitó que las cámaras le enfocaran en seguimiento a cada gesto que hacía. Huyó de los focos -«me tenéis marcado», le dijo a los fotógrafos-, pero los focos le siguieron a todas partes. Desde su llegada, en solitario, pasando por el receso de veinte minutos concedido por el alcalde, que también pasó solo en la plaza del Ayuntamiento, hasta el término del pleno, del que marchó sin compañía.

A su llegada al Consistorio, Sepulcre intercambió alguna palabra con los ediles del PP Israel Cortés y Marisa Gayo. Por entonces, Nerea Belmonte aún no había ocupado su nueva posición. A partir de este pleno municipal, ya con dos tránsfugas en el Ayuntamiento, la ex de Guanyar se ha movido al asiento contiguo al que había ocupado en las últimas convocatorias para separar así a los ediles de C's del propio Sepulcre, que ahora se sienta entre Belmonte y Gayo. Ambos tránsfugas tendrán un minuto de tiempo en sus intervenciones y medio durante las réplicas. De formar parte de las comisiones, aún no se sabe nada. La Junta de Portavoces tiene que estudiarlo tras el compromiso del tripartito de hacer lo que marque la ley.

El único «contacto» del también diputado provincial a sus antiguos compañeros de la formación naranja se resumió a un gesto con la mano, a distancia y a modo de saludo, que dirigió a la hilera de butacas que este mandato ocupa Ciudadanos. Nada más. En el sentido contrario, todo fue distinto, ya que el portavoz de C's, José Luis Cifuentes, cargó con dureza contra él. Tomó la palabra para defender una moción que finalmente retiró sobre la representación de los tránsfugas en las comisiones, aunque la aprovechó para atacar a Sepulcre. «Algo falla en una nuestra legislación que permite a personajes así que puedan perpetuarse en cargos que no les corresponden», le espetó Cifuentes a un impertérrito Sepulcre, quien, eso sí, escribió al instante un mensaje en Facebook: «Por mucha titulación que tenga...». Una frase acompañada de una imagen que rezaba: «El insulto es la salida de emergencia para el imbécil ante la falta de argumentos». En el pleno, en cambio, guardó silencio.

Compartir el artículo

stats