Solo dos de cada cinco alumnos han solicitado, a través de sus padres, la subvención de hasta 200 euros por la compra de los libros de texto este curso en la ciudad de Alicante. Casi la mitad ha renunciado a pedirla.
El Ayuntamiento, que ha reservado cerca de 2 millones de euros para este programa, a los que sumar la misma cantidad aportada tanto por la Diputación Provincial como por el Consell, ha empezado a abonar ahora los primeros 100 euros de la XarxaLlibres, como afirma la concejala de Educación, María José Espuch, a las primeras 4.000 familias que lo pidieron, mientras acaba de revisar la totalidad de los lotes con su correspondiente Iban.
De un total de cerca de 42.000 familias susceptibles de recibir esta ayuda en todos los niveles de Educación Especial, Infantil, Primaria, Secundaria y Formación Profesional Básica, de colegios e institutos tanto públicos como concertados, apenas 16.000 han entregado la correspondiente solicitud que les da derecho a recibir hasta 200 euros cuando acabe todo el proceso.
La capital figura entre las últimas localidades que puso en marcha el programa, por lo que empieza a pagar los primeros 100 euros a punto de acabar la recogida final de los textos en buen estado, que completan la segunda y última fase todo el proceso.
Estas es una de las razones a las que la propia edil de Educación, María José Espuch, se refiere como posibles causas de que sólo uno de cada cinco alumnos pida la ayuda.
«Puede haber familias que comprasen los libros antes de salir la orden y no guardasen las facturas», explica la concejala Espuch ante el elevado volumen de renuncias . Es imprescindible adjuntar los recibos de compra para poder recibir los primeros 100 euros del programa XarxaLlibres que persigue la creación de bancos de libros en todos los centros.
Espuch añade la demora en Alicante debido a la intervención económica del Ayuntamiento, que a su vez retrasó la disposición de los presupuestos municipales hasta los últimos días de mayo. La edil advierte de que quienes no participan del programa no podrán «beneficiarse del banco de libros» que se está constituyendo estos días en los centros escolares. «No olvidemos que esta es la finalidad del programa, la creación de los bancos de libros», añade.
También influyen en dicha renuncia que hay centros que no utilizan libros de texto, sino que trabajan con textos de elaboración propia y dossieres escogidos por el profesorado.
Entre los colegios concertados añaden asimismo el trámite burocrático exigido «que ha echado para atrás a familias acostumbradas a pagar sus libros a través de la Ampa» como concluyen representantes de los padres.
