La extrapolación de los resultados nacionales al ámbito local resulta inevitable y, en el caso del Ayuntamiento de Alicante, el recuento de los votos en la ciudad daría un vuelco a la configuración municipal de hace un año. El PP alcanzaría los 12 concejales, cuatro más que los obtenidos en las Municipales de 2015. El PSOE mantendría sus seis ediles mientras Compromís y Guanyar sumarían otros seis, lo que supone tres menos que hace un año. Doce de los populares frente a los doce que aglutinaría el actual tripartito y cinco que tendría Ciudadanos, que perdería uno pero pasaría a tener la llave en el Ayuntamiento.
No deja de ser una hipótesis y aunque desde el tripartito inciden en que una extrapolación de los datos de las Generales no es realista, es evidente que el gobierno local (PSOE, Guanyar y Compromís) sale debilitado frente al auge experimentado en la ciudad por el PP, con 6.682 votos más que en las elecciones del 20 de diciembre. Con todo, los tres socios de gobierno aseguran que la gobernabilidad y la continuidad del tripartito está garantizada, al menos hasta las próximas Municipales dentro de tres años.
El portavoz municipal de los populares, Luis Barcala, considera que los votos han castigado al tripartito y que, dentro del mismo, la posición del alcalde (PSOE) frente a sus socios (Guanyar Podemos y EU y Compromís) es más desahogada que hace unos días, cuando sus socios esperaban un 'sorpasso' al PSOE a nivel nacional. El líder de los populares sostiene que «nos preocupa que la posición de debilidad de los socios del alcalde se traduzca en mayor inactividad municipal y seguimos tendiendo la mano a Echávarri para sacar adelante los grandes asuntos de la ciudad». En su opinión, «los alicantinos rechazan las políticas radicales y sectarias y el alcalde debe tomar nota».
Desde el PSOE, la portavoz municipal, Eva Montesinos, valoraba ayer el hecho de que «somos la única fuerza de izquierdas que ha subido en votos, 1.153 votos más que el 20D» mientras la coalición A la Valenciana (de la que forman parte los socios de gobierno de Compromís, Podemos y EU) «han bajado en más de ocho mil votos». Montesinos considera que, en el caso de los socialistas, «la gestión municipal sí ha tenido un reflejo por el aumento de los votos» y apuntó que, en el caso de sus socios de gobierno, «deberán valorar» los motivos del descenso de votos. Con todo, esgrimió que el resultado electoral no afectará a la estabilidad del tripartito y que «lo que nos preocupa es la subida del PP».
Aunque el PSOE sale reforzado frente a sus socios de gobierno en el Ayuntamiento, no lo ven así desde Guanyar y Compromís. Estos últimos han estado agrupados bajo la marca de A la Valenciana en las Generales del domingo. La coalición no logró traducir en las urnas los resultados que Compromís-Podemos, por un lado, y EU por otro consiguieron en Alicante en las elecciones del 20D. No se cumplieron las expectativas y la coalición obtuvo 8.643 votos menos que el 20D en Alicante. Pese a ello, el portavoz municipal de Compromís, Natxo Bellido, destaca que «hemos cumplido el objetivo de mantenernos como segunda fuerza política» en Alicante y en la Comunidad Valenciana, pues siguen estando por delante del PSOE, aunque la distancia en votos se haya acortado.
Para Bellido, extrapolar los datos de las Elecciones Generales a la esfera política municipal es aventurado: «Querer hacer composiciones de lugar a tres años de las Municipales es muy osado». Para Bellido, los resultados «estabilizan el gobierno municipal porque no hay una diferencia de votos excesiva en las formaciones que configuran el gobierno».
«Es difícil extrapolar porque no se vota igual para unas Generales que en unas Municipales», apunta el portavoz de Guanyar, Miguel Ángel Pavón, quien agrega que «la gente vota en clave nacional y no tanto por la gestión municipal». No obstante, apunta que «vamos a seguir haciendo méritos para llegar dentro de tres años con los deberes hechos». Pavón cree que «no hemos sido capaces de movilizar al electorado que votó el cambio hace un año» o que «quizás haya a quienes no les haya gustado la unión de Podemos y EU». En el seno interno del tripartito, sostiene que el equilibrio de fuerzas «ya se determinó hace un año», que «hay una voluntad importante de seguir adelante» y que el tripartito «no se debilita» tras los últimos resultados electorales.
Por su parte, el líder de Ciudadanos, José Luis Cifuentes, sostiene que los resultados de las Generales en la ciudad de Alicante evidencian «un desgaste del tripartito en Alicante, que sale debilitado porque no ha sabido rentabilizar el primer año de gobierno por su inacción».
