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Agricultura obtiene un caudal extra de 24 hm3 de agua desalada para salvar el verano

La mejora de la gestión eléctrica de la macroplanta de Torrevieja permitirá abaratar el suministro para el campo a 0,30 euros el metro cúbico

La desaladora de Mutxamel se ha convertido este año en una infraestructura clave para garantizar el abastecimiento de los turistas. A. I..

El Ministerio de Agricultura ha dado por fin un paso adelante para mejorar el rendimiento de la desaladora de Torrevieja (300 millones de euros de inversión) y al caudal de 30 hm3 que la pasada semana entregaba a los regantes de Tajo-Segura se sumará hasta final de año otra bolsa de agua desalada de 25 hm3 gracias a la a mejora de la gestión eléctrica de la macroplanta, que permite garantizar hasta diciembre el abastecimiento de 54 municipios de la provincia, entre ellos Alicante, Elche y toda la Vega Baja y supondrá un nuevo alivio para la agricultura.

En concreto, las modificaciones energéticas incorporadas a la desaladora permiten obtener un caudal de 18 hm3 para los agricultores y 7 hm3 que se enviarán a la Mancomunidad de Canales del Tabilla para el suministro urbano. Los agricultores pagarán 0,30 euros el metro cúbico, una tarifa que se abarata en un 50% sobre la actual del agua desalada, gracias a la subvención de seis millones de euros del Gobierno en el contexto del decreto de sequía que se ha prolongado hasta el próximo 31 de diciembre.

La facturación total del sector agrícola regado por el Tajo en Alicante y Murcia alcanza los 1.100 millones de euros, de los que unos 400 millones corresponden al sur de la provincia y al Campo de Elche. En juego están también más de cien mil empleos, por lo que las lluvias de la pasada primavera en Entrepeñas y Buendía significaron un balón de oxígeno cuando sólo hace unos meses la situación era agónica. El valor total de las zonas regables por el trasvase alcanza los 400 millones de euros, y su producción genera el 62,18% de los ingresos agrícolas.

La sequía ya pasó el año pasado una factura letal al sector agrícola de la provincia -116.000 familias viven del sector primario en Alicante-con unas pérdidas cercanas a los 90 millones de euros por la reducción de las cosechas y de la calidad de los frutos, al no tener caudal suficiente y de calidad. Los productos más afectados fueron los cítricos, la uva de mesa, con una reducción media del 25% de la producción pero puntas del 60% en muchos bancales, el cereal y la cosecha de almendra, que al ser de secano sigue amenazada.

El problema de la cuenca del Tajo sigue siendo su mala planificación. El Tajo lleva caudal suficiente - más de 8.000 hm3 esta semana- pero se concentra en su curso medio y no en la cabecera, donde arranca el trasvase, donde sólo están el 7% de los recursos. Bruselas ha instado al Gobierno a poner en marcha las desaladoras. Sin embargo, el agua desalada tiene un coste que oscila entre 0,70 a 0,90 euros por metro cúbico sin subvención, y un consumo de energía de 3,5 a 4,5 kWh/m3, mientras el Tajo-Segura, vital para las regiones de Murcia y Alicante, proporciona agua a 0,10 ?/m3 y con un consumo de energía de tan sólo 1,1 kWh/m3. Algo que complica su uso para la agricultura.

La ausencia de precipitaciones ha agudizado, por otro lado, el proceso de desertización que sufre la provincia, la más amenazada del sur de Europa junto a Murcia y Almería. Si el cielo no lo remedia, la provincia completará el próximo diciembre el tercer año consecutivo de sequía, una circunstancia letal para el ecosistema.

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