Un plan para el barrio de Sangueta. Cincuenta años después de que los vecinos de ese popular barrio alicantino, conocido, entre otras curiosidades, por haber albergado una de las últimas fábricas de hielo de Alicante, la Asociación de Propietarios del barrio (unas 54 familias) denuncian el abandono que sufre la zona por la indolencia de la Generalitat, y desde hace un año, del Ayuntamiento de Alicante, que no ha movido una piedra para urbanizar una superficie de más de 4.000 metros cuadrados sobre la que siguen en pie las viejas casas unifamiliares que dieron vida al barrio.
El pleno del Ayuntamiento del 31 de marzo de 2015 aprobaba una moción de Esquerra Unida, entonces coordinada por el hoy concejal de Urbanismo, Miguel Ángel Pavón, para remitir a la Generalitat la anulación del plan de reforma interior de la denominada Operación Integrada 6, en la que se encajaba el Centro de Congresos. En la sesión plenaria, según el acta, el propio Pavón, entonces en la oposición, instaba a buscar una solución para urbanizar la zona, pero desde entonces no se ha hecho nada y han pasado ya 15 meses, según recuerda Pedro Pérez, portavoz de los propietarios de Sangueta.
«Lo único que queremos es que el Ayuntamiento dé un paso adelante y decida qué hacer en Sangueta. Ahora mismo estamos atados y no podemos mover nada. Que convoquen el concurso de ideas y se haga algo. Una plaza, viviendas, un parque, pero necesitamos, y la ciudad también, que se acabe con el abandono», subraya Pérez, quien cuenta con el apoyo del Síndic de Greuges, que el 25 de septiembre de 2015 instó al propio Ayuntamiento a solucionar la situación en la que se encuentra el barrio y la indefensión de los propietarios.
El pleno del Consell decidió el pasado mes de enero poner fin de manera oficial a la construcción del Centro de Congresos de Alicante en el barrio de Sangueta, al considerar que hoy se trata de un proyecto que carece de «viabilidad». La decisión era un trámite que da respuesta a la petición formulada por el Ayuntamiento de Alicante, que desistió del proyecto.
El plan llevaba aparejada una consignación de 50 millones de euros que, una vez anulado el plan por el anterior gobierno del Consell, quedó en nada. De este modo, se dejaba caer la modificación puntual y el PRI de la operación integrada OI/6 Sangueta de Alicante, con el fin de abordar la ordenación de la zona bajo otros parámetros.
De esta manera, se ponía fin a un proyecto que ha sido objeto de debate entre los distintos partidos durante más de dos décadas y para el que se han barajado distintas ubicaciones, entre ellas las laderas del monte Benacantil y el barrio de Sangueta.
Los más de cuatro mil metros cuadrados de superficie de Sangueta se han convertido en un solar abandonado donde se acumula la maleza y la malas hierbas junto a las viejas casas abandonadas de un barrio, pegado al Raval Roig que en su día tuvo su vida. La construcción del Escalextric lo aisló y ahí sigue. Y ya han pasado cincuenta años.
