Alicante tiene una marca «débil y mal percibida». Este es uno de los grandes problemas de la ciudad según un informe elaborado por el Ayuntamiento a modo de diagnóstico inicial para la elaboración del Plan de Ciudad. El estancamiento demográfico, el aumento de la pobreza o la falta de innovación son otras de las desventajas que se reflejan en el informe, que hoy se someterá a la valoración del Consejo Social de la Ciudad para comenzar a crear los grupos de trabajo que confeccionarán el plan estratégico de Alicante.

En materia económica una de las principales deficiencias recogidas en el informe del tripartito es la «falta de diversificación de la actividad económica» y la «excesiva dependencia» del sector servicios. También los «desequilibrios» entre zonas de concentración de empresas, el desempleo o la «falta de desarrollo de la innovación y las nuevas tecnologías».

En cuanto al turismo, se destaca que Alicante posee un producto «poco definido» y que necesita una «oferta integral y atractiva para poder competir con ciudades turísticas del entorno». La «excesiva estacionalidad turística» y la «falta de reconocimiento exterior» es otra de las debilidades puestas de relieve por el tripartito. A ellas se suma el tener un «posicionamiento bajo como ciudad cultural, a pesar de poseer un patrimonio y dotación cultural importante en comparación con otras ciudades».

Replantear el modelo

De ahí que, según el informe, uno de los retos del Plan de Ciudad sea «replantear el modelo turístico actual». Algo que, según el tripartito, pasaría por poner en valor «los activos de la ciudad en turismo cultural y patrimonial, diversificar el turismo sanitario, de congresos y eventos». Otro de los retos es que Alicante asuma su liderazgo como «tractor clave para el impulso de la provincia».

Para ello, no sólo deben afrontarse los problemas detectados en el sector económico, también en el social. El más preocupante es el incremento del nivel de pobreza. El tripartito recuerda que 10.141 alicantinos están por debajo del nivel de pobreza, lo que significa un aumento del 11,5% desde el año 2014. Otro dato significativo es que un 25% de los mayores de 64 años viven solos en sus viviendas. El estancamiento demográfico y la elevada tasa de dependencia de la población —por encima de la media nacional, según destaca el informe— son otros de los problemas.

El informe también identifica problemas en materia urbanística, al incidir en que se trata de una ciudad «diseñada para el vehículo privado» y regida por un Plan de Ordenación Urbana de 1987. La falta de suelo industrial es otro de los hándicap, al igual que la antigüedad del parque de viviendas.

En el capítulo de «problemas», el tripartito también incluye el ocio en el Casco Antiguo. En concreto, se alude a la «paulatina monoespecialización del Casco Histórico en actividades lúdico nocturnas, totalmente compatibles con políticas que fomenten el residencialismo y la recuperación del patrimonio residencial en dicha zona».

En contraposición a estas dificultades, se detallan en el informe algunos de los activos de la ciudad, como el «posicionamiento del puerto de Alicante en el tráfico de pasajeros y cruceros de lujo» o la cercanía al aeropuerto «con más de 10 millones de pasajeros anuales». En materia turística se destaca el potencial de atracción «del patrimonio histórico, natural y cultural».