Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El mercado «gourmet» de Panoramis se queda en el aire

La empresa de Marina de Poniente entra en liquidación y el edificio volverá al Puerto

El mercado «gourmet» de Panoramis se queda en el aire

Cuatro años después de que el centro de ocio de la dársena de poniente del puerto de Alicante entrara en barrena por la apertura de un concurso de acreedores de la sociedad que lo gestionaba, concurso que, incluso, llegó a superar en 2013, los propietarios de la concesión, entre otros el grupo empresarial Cívica, han vuelto a pinchar y han comunicado a la Autoridad Portuaria de Alicante que la sociedad Marina de Poniente ha entrado en proceso de liquidación. De esta forma se aplaza indefinidamente la apertura del mercado gourmet «El Muelle» -la concesionaria ya había solucionado las irregularidades urbanísticas con el Ayuntamiento-, hasta saber cómo acabará el proceso y quien continúa con la explotación. El puerto es el propietario del edificio que acoge el centro de ocio Panoramis pero hasta ahora lo tenía en concesión, por lo cual debería volver a licitar el concurso, cuando resuelva el juez que lleva el caso.

La liquidación no afecta, en principio, a los cines ni a locales que siguen abiertos, entre ellos uno de comida «tex mex». Panoramis comenzó una deriva que le llevó a convertirse en un lugar «fantasma» en 2012, cuando la empresa que lo gestionaba, Marina de Poniente, entró por primera vez en concurso de acreedores. El puerto era el principal acreedor con una deuda por cobrar de unos 2,7 millones de euros por el impago de la concesión y otros cinco millones con los bancos. Al final hubo un acuerdo con los acreedores que ha vuelto a romperse por los impagos y se ha optado por la liquidación, con lo que el complejo pasará, de nuevo a manos del puerto.

Ahora quedan en el aire las cincuenta y seis barras gastronómicas, ludoteca, gimnasio, seis pubs en el ágora y un aparcamiento para 500 vehículos. Los propietarios de la empresa que gestionaba hasta ahora el centro comercial ubicado en la dársena de poniente del Puerto iniciaron a finales del año pasado la cuenta atrás para que en estas Hogueras -la adjudictaria quería haber inaugurado el pasado fin de semana- Alicante se sumara al conjunto de ciudades españolas con una oferta de ocio y gastronomía novedosa y dirigida a todo tipo de paladares. Todo ha saltado por los aires pues, además, las obras estaban paradas por una orden de la Concejalía de Urbanismo, que detectó irregularidades en la licencia presentada para transformar el centro en un mercado gourmet.

El mercado «El Muelle» se proponía rivalizar en calidad y prestaciones con lugares consagrados en España como los que funcionan ya con éxito en Madrid (San Miguel y San Antón), Barcelona (El Nacional) o Sevilla (La Lonja). Un gastromercado que planteaba una transformación total de Panoramis, de cuya configuración actual sólo quedaban los cines, el Forsters Hollywood y el gimnasio como alternativa al exitoso tardeo.

Hoy, todo vuelve a envolverse en una nebulosa hasta saber cómo se resuelve la liquidación. Marina de Poniente ha comunicado a la Autoridad Portuaria de Alicante que ha entrado en proceso de liquidación tras no superar el acuerdo al que llegó con los acreedores -entre ellos el propio Puerto de Alicante- y que permitió superar el concurso de acreedores en 2013 tras haber acumulado una deuda superior a los diez millones de euros con el puerto y los bancos.

Tres años después, las desavenencias de los socios abocan a la extinción de la empresa, lo que provocará que el Puerto recupere la concesión, algo que ya se barajó en los tiempos de José Joaquín Ripoll como presidente, y tenga que convocar un nuevo concurso público para buscar otro concesionario de acuerdo con lo que decida el juez liquidador. Panoramis se concibió como un centro de ocio alternativo a la zona de Levante (Casino, pubs, restaurantes y desde hace seis años la Zona Volvo) pero tras unos primeros años prometedores entró en una cuesta abajo que ahora trataba de superar. El rejón casi definitivo fue el cierre de los cines, salas que volvieron a abrir y aguantan la tormenta, como el gimnasio, el restaurante americano y una cafetería que gestiona directamente el puerto a la entrada del complejo.

Compartir el artículo

stats