Tras denunciar junto al presidente Puig y ante la Policía las amenazas de muerte recibidas la semana pasada en una carta anónima, el conseller Marzà afirmó que están «tranquilos», que se han tomado «las medidas de seguridad que corresponde, aunque no sean gratas», y que ninguna intimidación le hará cambiar. «Las ideas están ahí y no daremos un paso atrás ni para tomar carrerilla. Es necesaria una reflexión sobre quienes se han dedicado a mentir generando crispación sin fundamento», concluyó. V. B.