La reactivación de la bolsa de aire sahariano, combinada con una humedad por encima del 90%, dispararon ayer por encima de los 35 grados las temperaturas en muchos puntos de la provincia hasta el punto de que en Elche el mercurio marcó 39 grados y en Torrevieja y Orihuela los 37. En la ciudad de Alicante se alcanzaron los 34 grados, máxima que se repitió en varias localidades de la franja costera, pero con una sensación térmica de cinco grados más por la humedad. El calor va a ser sofocante hasta el jueves, día en que comenzarán a bajar las temperaturas para dar paso a un fin de semana mucho más suave y agradable, según la Agencia Estatal de Meteorología, que ya predijo que hoy sería la punta de este verano anticipado que «suda» la provincia. La situación va a ser muy calurosa hasta el sábado, debido a que sigue llegando aire del desierto y también de poniente tanto al sur como al este de España, afectando de lleno a la provincia.

Pero no sólo va a hacer mucho calor y bochorno en la costa y el resto de la provincia durante el día, sino que las noches van a ser tropicales, ya que las temperaturas mínimas no bajarán de los 20/21 grados pero con un grado de humedad por encima del 60%, lo que hará que sean jornadas nocturnas casi ecuatoriales, al registrarse una sensación térmica por encima de los 25 grados. A partir del jueves bajan los termómetros porque entrará aire frío en las capas altas de la atmósfera, lo que puede dar lugar a tormentas, sobre todo entre el viernes y el sábado en las comarcas del interior.

Con todo, los modelos climáticos siguen anunciando un verano más «fresco» que en 2015. La provincia camina ya hacia un verano que, según todos los modelos de previsión, debe ser menos cálido que el de 2015, pero muy seco en el tercer año ya de sequía. El motivo puede explicarse, según Jorge Olcina, director del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante, en que debe producirse un ajuste atmosférico para compensar el impacto que tenido el episodio de la Corriente de El Niño. De hecho, en los años en los que se desarrolla esta corriente tan intensa como la de este año suele haber «veranos normales».