La restauración del Cristo del Hallazgo, una talla que se conserva en la iglesia parroquial de Villafranqueza, ha permitido datar su realización en finales del siglo XVI o principios del XVII, al menos un siglo antes de lo que se creía hasta ahora. La imagen estuvo hasta 1978 en el convento de las Monjas Capuchinas de Alicante, al que fue donada en 1777 por una familia alicantina que, al parecer, la halló enterrada en una playa en Galicia. A raíz de ese dato, se creía que la escultura podría haber sido hecha a lo largo del siglo XVIII; sin embargo, la restauración ha hecho posible darle una antigüedad bastante mayor.

La Hermandad del Cristo del Hallazgo y la Junta Mayor de la Semana Santa alicantina -siendo presidente Emilio Coloma- solicitaron en 2002 una restauración de la imagen a la Conselleria de Cultura. Aquellos trabajos se realizaron en poco tiempo, pero las conclusiones de la investigación derivada de ellos no se divulgaron hasta ayer. El encargado de esta restauración, Daphar Snacel Sánchez, y el actual presidente de la Junta Mayor de Hermandades y Cofradías de Alicante, Alberto Payá, los dieron a conocer ayer en la iglesia de Villafranqueza, junto con el párroco, José Manuel Menárguez, el delegado de Cultura de la Junta Mayor, Rafael Sellers, y la presidenta de la Hermandad del Cristo del Hallazgo, Águeda Ferrández.

Snacel Sánchez detalló que, aunque no hay documentos -al menos conocidos hasta ahora- que lo corroboren, el estilo y la composición de los materiales de la escultura permiten datar su ejecución en finales del siglo XVI o principios del XVII, y atribuirla a algún imaginero de Castilla.

El restaurador ha destacado que éste es «un dato muy importante», porque se convierte en una de las tallas más antiguas de cuantas se conservan y procesionan en Alicante, aunque «a nivel emocional no cambia» el sentimiento de los componentes de la hermandad y de los palamoneros hacia esta talla. En cualquier caso, ha destacado que el Cristo del Hallazgo «no tiene nada que envidiar a una obra de Salzillo o Gregorio Fernández».

La policromía actual de la escultura no es la original, aunque se ha preferido mantenerla porque aquélla estaba muy deteriorada y para evitar además que fuera «un choque» visual, según Snacel Sánchez. Por su parte, Alberto Payá destacó que fechar el Cristo del Hallazgo en el siglo XVI es «un paso enorme» para la Semana Santa alicantina, porque la talla se suma a las otras «joyas» que son el Cristo de la Buena Muerte y el Morenet. El párroco tuvo unas palabras de recuerdo para el fallecido sacerdote Manuel Navarro, quien trajo en 1978 el cristo hasta El Palamó, mientras que Águeda Ferrández resaltó la relevancia del estudio y agradeció su puesta en marcha.