«He pedido permiso en el control de enfermería y he traído un ventilador de casa porque no hay quien aguante, sobre todo por las tardes». Esta queja de la hija de un paciente ingresado en el Hospital General ilustra la situación que se vive esta semana en el centro, donde la primera ola de calor está afectando con especial intensidad a algunas plantas, sobre todo a las que pega el sol de forma directa por las tardes. Ventanas abiertas de par en par, ventiladores y mucho abanico se podía ver estos días en áreas como la de cirugía cardiaca. «Yo estoy todo el rato fuera de la habitación porque no aguanto el calor», señalaba el jueves otra paciente. Mientras, el centro aún no ha instalado el sistema de refrigeración anunciado el pasado verano, cuando un fallo en el obsoleto sistema de aire acondicionado hizo que medio hospital literalmente se cociera. Desde Sanidad esperan que quede instalado a finales de este mes o principio de julio.