La entrada de una bolsa de aire sahariano en la península ibérica va a provocar que la provincia de Alicante sufra desde hoy y hasta el miércoles de la semana que viene los efectos de la primera gran ola de calor del año que llevará las temperaturas hasta los 35 grados en el interior y 30 en la costa donde, además, la sensación térmica será elevada debido al alto grado de humedad. De momento, el calor va a ser intenso hasta el viernes, durante el fin de semana las temperaturas bajarán pero el lunes volverá a reactivarse. La situación será más llevadera en la franja costera, donde soplará brisa. Con todo, los modelos climáticos anuncian un verano más «fresco» tras el invierno más cálido desde 1955.

La Costa Blanca camina, sin embargo y a pesar del ambiente tórrido de estos días, ya hacia un verano que, según los modelos de previsión de la Agencia Estatal de Meteorología y de los servicios meteorológicos de Estados Unidos será menos cálido que el de 2015, pero muy seco en el tercer año ya de sequíatercer año ya de sequía. Es probable que este mes de junio se desarrollen algunos episodios de tormenta, pero a partir de la mitad de mes, cuando ya el verano es un hecho en Alicante, las lluvias desaparecerán por completo y el sol se impondrá pero calentando menos que hace un año.

El motivo puede explicarse, según Jorge Olcina, director del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante, en que se producirá un ajuste atmosférico para compensar el impacto que tenido el episodio de la Corriente de El Niño. De hecho, en los años en los que se desarrolla esta corriente tan intensa como la de este año suele haber «veranos normales», según Olcina. «La atmósfera ha estado más cálida de lo normal en los meses de invierno y primavera y en verano se reajusta haciendo menos calor», subraya el climatólogo.

El invierno pasado fue el más cálido y seco desde que hay registros en la Comunidad Valenciana, según la Agencia Estatal de Meteorología. La temperatura media fue de 10,5 grados, 2,1 grados más alta que la del promedio normal, lo que hace que el trimestre fuera muy cálido y tras una primavera también cálida la estadística climática revela ajustes. Un invierno en el que se llegaron a alcanzar los 24 grados de máxima en el aeropuerto de Alicante-Elche, la más alta de la península durante la estación.