Los mercados Central, de Carolinas, Babel y Benalúa así como el mercadillo José Manuel Gosálbez (calle Teulada) dispondrán en las próximas semanas de desfibriladores -aparatos que aplican descargas eléctricas para restablecer el ritmo cardíaco- con el objetivo de poder actuar de inmediato en caso de que alguna persona sufra un fallo cardiaco. Desde la Concejalía de Comercio y Mercados, dirigida por el alcalde Gabriel Echávarri, explican que los funcionarios del área recibirán un curso con la colaboración de Cruz Roja para aprender a utilizarlos en caso de necesidad.
«Se trata de sitios con mucha afluencia de gente», destaca el asesor del área de Comercio, Pedro de Gea, quien sostiene que el uso de un desfibrilador en caso de que una persona sufra un fallo cardiaco puede ser vital. «Si se aplican desfibriladores en menos de tres minutos desde que se produce la parada cardiaca, la supervivencia aumenta un 73% y, si se hace en menos de cinco minutos, un 50%», subraya De Gea, quien indica que han pedido consejo a los especialistas del Hospital de Sant Joan antes de realizar la compra de los desfibriladores.
La intención del alcalde es instalar progresivamente estos aparatos semiautomáticos «en los espacios de más afluencia de personas» y que comenzará por los mercados y mercadillos de la ciudad. Se instalarán cinco en total. Cuatro en los mercados municipales, que prestarán también servicio a los mercadillos del entorno, y otro en el mercadillo de la calle Teulada. Desde Comercio subrayan que la intención es adquirir un sexto cuando esté en marcha, previsiblemente este año, el mercadillo de la Albufereta.
De Gea indica que la inversión está en torno a los 7.500 euros y que la intención es instalarlos «de inmediato» en estos espacios públicos. Se trata de aparatos similares a los que existen, por ejemplo, en la Universidad de Alicante.
