El pasado 1 de junio, la nueva unidad policial de vigilancia turística de Alicante iba a entrar en marcha. Éste fue el anuncio que hizo el portavoz del tripartito, Natxo Bellido, tras la Junta de Gobierno Local celebrada el pasado 19 de abril. Sin embargo, ya iniciado el mes de junio, nada de sabe todavía de la nueva unidad. De hecho, los más de 150 aspirantes todavía no han sido convocados a las pruebas selectivas que servirán para elegir a los nuevos 24 agentes. El concejal de Seguridad, Fernando Marcos, admite que los plazos previstos inicialmente no se van a poder cumplir. «Queremos convocar para esta semana las primera pruebas y, si se puede, hacerlas todas en esta semana. La burocracia es más lenta de lo que quisiéramos, y los trámites internos se han alargado demasiado. No ha habido impugnaciones, pero hemos tenido que pasar por intervención. Ha sido un proceso largo», explica el edil socialista, quien desea que la nueva unidad se ponga en marcha «para Hogueras». «Es lo que nos gustaría a día de hoy», precisa el responsable. Este proyecto de seguridad supone unos 300.000 euros para las arcas municipales.

El Ayuntamiento apostó este año por crear una unidad específica para el verano, al estilo de la que ya dispone Benidorm, que nace con el objetivo de permitir reforzar la posición de Alicante como ciudad turística. Con esta iniciativa, explicó el tripartito, se evitaba «el desmantelamiento de buena parte de la policía de barrio en el resto de la ciudad».

En total, el gobierno local aprobó la contratación de forma interina de 24 nuevo agentes, que se iban a destinar a la zona de playas. Estos policías locales, en un principio, iban a ser contratados desde el 1 de junio hasta el 30 de septiembre, según se recoge en las bases. Ahora, resalta el edil, «se va a intentar» mantener los cuatro meses de contrato, y que se prolonguen hasta entrado octubre.

¿Y el idioma?

Entre los requisitos de los que se habló en un primer momento destacó la «competencia lingüística». Bellido aseguró que a los candidatos se les iba a exigir el dominio del inglés, para mejorar la atención a los turistas. Sin embargo, en las bases del concurso se recoge solamente que «se valorará el nivel de conocimiento del idioma inglés hablado». Una capacidad que, como máximo, aportará un punto a los aspirantes, frente a los 2,5 puntos por «conocimiento del salvamento y socorrismo». Desde el Ayuntamiento de Alicante sostienen que en la inminente oposición «no se pueden incluir elementos excluyentes». Eso sí, defienden que los 24 agentes que sean contratados en los próximos días hablarán inglés.

Entre las quejas de los opositores, además de la tardanza en convocar las pruebas por parte del tripartito y de no incluir el inglés entre los requisitos indispensables, también critican que se obligue a estar en posesión de los permisos que habiliten para la conducción de vehículos de la case A y B. Aspirantes sostienen que solicitar el permiso de conducción tipo A y no el A2 puede abrir la puerta a la nulidad del proceso, según lo que se recoge en un decreto del Gobierno valenciano en 2011.