Con 49 años, Rafael Llorca ha perdido por completo la visión de un ojo después de que, según denuncia, los oftalmólogos del Hospital General de Alicante le aplicaran un fármaco que le causó daños irreversibles. Llorca ha puesto su caso en manos de los abogados de la asociación Defensor del Paciente, que ya han iniciado los trámites para pedir responsabilidades a la Conselleria de Sanidad, a la que reclama una indemnización de 200.000 euros.

Su caso se remonta a enero de 2015, cuando fue intervenido en el Hospital General de Alicante por un desprendimiento de retina. «Durante la intervención me aplicaron una silicona de manera temporal para fijar la retina al ojo». Meses más tarde, en julio, Llorca pasó de nuevo por quirófano para que le retiraran la silicona. «Entonces la doctora me dijo que el nervio óptico estaba dañado y la retina también». En una visita posterior «me dijeron que los daños eran irreversibles y que la pérdida de visión en el ojo era del cien por cien». Al cabo de unos meses, vio por la tele el caso de un paciente en la misma situación que él. «Me puse a investigar y vi que había más gente afectada y que previamente a que se retirara en España, esa silicona parece que había dado problemas en EE UU». Entonces Llorca decidió ponerse en manos de los abogados.

«La mayoría de los afectados que han reclamado son de Euskadi. El caso del paciente operado en el Hospital General de Alicante es de los primeros, o tal vez el primero, que se denuncia en la Comunidad Valenciana», explicaron ayer desde la asociación Defensor del Paciente. «A nivel nacional dicen que somos como medio centenar de pacientes los afectados», puntualiza Llorca.

Desde Defensor del Paciente, señalaron ayer que la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ordenó el pasado mes de junio retirar del mercado el producto que presumiblemente ha ocasionados estos daños, denominado Perfluoroctano y fabricado por un laboratorio alemán.

Mientras el proceso judicial sigue su camino, Rafael Llorca trata de adaptarse a su nueva vida. «Trabajo en una empresa de mantenimiento y trato de habituarme a hacer todas las tareas con un solo ojo, me está resultando un poco complicado». Al cierre de esta edición, nadie de la Conselleria de Sanidad quiso, a preguntas de este diario, hacer valoraciones sobre la denuncia.