El actual Gobierno en funciones aplicó en 2012 una reforma de la ley en la que redujo cuantías, eliminó subsidios previos a la jubilación y además modificó la edad para tener acceso al mismo, afectando con ello a las personas de 52 años. Ahora el primer requisito para tener derecho a percibir el subsidio es tener 55 años. En la actualidad otra exigencia es que el solicitante no tenga rentas de cualquier naturaleza superiores al 75 % del salario mínimo interprofesional, es decir, no superar 491,40 euros al mes y que la renta media de su unidad familiar no supere tampoco esa cantidad. El subsidio para mayores de 55 años consiste en una ayuda mensual de 426 euros que el trabajador en paro cobra hasta alcanzar la edad de jubilarse, momento en el que dejará de recibir el subsidio para pasar a cobrar la pensión a que tenga derecho. Es el único de los subsidios en los que al mismo tiempo se sigue cotizando por jubilación. Precisamente, el mayor número de personas que son beneficiarias de una prestación por desempleo, se mueven entre los rangos de edad de 55 hasta los 60 años para el año 2016 con un total de 26.449 personas, siendo la prestación asistencial la que agrupa al mayor número de personas con esta mismas edades, que suponen un 19.235 personas.