Las protestas y miles de firmas recogidas hasta el momento por el alumnado afectado por lo que consideran un exagerado nivel exigido en las pruebas de idiomas del B1 de Inglés, se vieron ayer reforzadas en Alicante con la también protesta y movilización de los estudiantes que se han examinado del nivel A2 de Francés.

«La velocidad del audio era imposible», relata Rebeca Sanz mientras reparte entre los afectados el documento oficial con la queja que mañana, miércoles, presentarán ante la dirección territorial de Educación.

El texto al que se refiere, sobre Guillermo de Orange, se refiere a la historia del siglo XIX, «cuando en las competencias de la guía del candidato contemplan un nivel de conversación cotidiana, sobre asuntos personales, de la vida diaria, con pausas suficientes, sin cortes y a una velocidad normal. Somos estudiantes del nivel inicial y el audio que pusieron no nos correspondía», afirma Sanz.

Entre cuantos se sienten perjudicados se corrió al voz sobre la «posibilidad de que hayan querido hacerlo así a propósito para enviarnos a la mayoría a la recuperación de septiembre...», lamentaban.

En el escrito que remitirán a Educación solicitan, como sus compañeros del B1 de Inglés, «que adopten algún tipo de medida. Son ellos quienes pueden hacer algo, cambiar la puntuación exigida o eliminar la prueba y repetirla, lo que consideren necesario, pero que lo solucionen», abundó Raquel.

De momento, estos alumnos necesitan superar el 60% de la prueba para conseguir el aprobado, o, lo que es lo mismo, 30 puntos. «Los compañeros de Valencia ya han entregado el escrito de protesta con miles de firmas y les ha recibido el director general de Política Lingüística. Aseguran que se les ha hecho saber, para que nos lo transmitieran, que en virtud de los resultados obtenidos se tomarán medidas al respecto», reflexiona otra de las afectadas de la prueba de Inglés a través del grupo que han creado en Facebook.