Un tuit de mi compañero Bernat Sirvent, me ha producido esta mañana un escalofrío del que todavía no me he recuperado. Ha fallecido Leo Sempere, el más que popular vendedor del cupón de la ONCE en la parte alta del barrio de San Blas, frente a la Iglesia. Más de diez años, que yo recuerde, llevaba, como lo hacía Bernat, comprándole el cupón. Leo nunca fallaba. Siempre con un comentario acertado de la actualidad del día -gran lector y comprador de periódicos- este hombre, pequeño y frágil, se había convertido en uno de los improvisados compañeros de mi viaje en el día a día de esta vida, que una veces te da alegrías y otras disgustos como el que me he llevado con la noticia de su adiós.

Inteligente y gran vendedor, Leo se aprendió mi nombre antes que yo el suyo y, seguro, que se sabía muchos más, de los de las decenas de vecinos de San Blas que, como yo, casi todos los día acudían a la cita con Leo que, además de los nombres, hasta recordaba el número que te había vendido el día anterior.

Excelente parroquiano, Leo se ha ido de repente, no nos ha dejado despedirnos, pero seguro que esta semana, en el bar de la esquina de Conde Soto Ameno, desde donde le acercaban muchos días la comida, o desde cualquier rincón del barrio de San Blas, muchos vecinos lamentaremos su muerte.

Deja viuda y un hijo. Hasta siempre amigo.