El president Puig comenzó su alocución, tras las palabras del rector, con una firme defensa de la autonomía universitaria frente a la ingerencia «desde despachos ajenos», y animando «al pacto y al compromiso» de todos los agentes políticos en favor de la educación. Dijo que ya es «hora de que la educación quede fuera del debate electoral», aunque sus palabras llegan en plena precampaña.

Felicitó a Palomar por su nueva victoria, lograda a partir de la «máxima cohesión» de la comunidad académica; calificó a la UA como «sin duda, de las mejores de España»; y no tuvo ambages en destacar «lo que conseguirá en el futuro. El president también se refirió a la infrafinanciación de la Comunidad, de lo que culpó al Gobierno central y, tras admitir la escasez de recursos, afirmó que, no obstante, «nuestra prioridad es la Universidad».

En la línea política que ya avanzara hace meses la directora general de Universidades, Josefina Bueno, también presente ayer en el salón de actos del Paraninfo, Ximo Puig recordó la implantación por el Consell de cuatro nuevos tipos de becas para los estudiantes universitarios: las ayudas salario, las de no abandono, las de formación en idiomas y las de excelencia. Todas ellas persiguen reforzar una política de becas dirigida a bajar las tasas académicas de los que más lo necesiten, precisó el president.