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Hartos de las trifulcas del tripartito

Representantes de sectores clave admiten que tenían más expectativas en el gobierno municipal

Echávarri (PSOE), Pavón (Guanyar) y Bellido (Compromís), en una imagen de archivo. isabel ramón

El enésimo desencuentro protagonizado en el seno del tripartito alicantino -que se registró este martes, durante la reunión que cada semana protagonizan los líderes de PSOE, Guanyar y Compromís- no ha hecho más que reafirmar la opinión forjada durante el arranque de este mandato entre los principales sectores de la ciudad. Con voz casi unánime, la mayoría de representantes sectoriales admiten que la ciudad necesitaba un cambio al frente del Ayuntamiento tras casi veinte años con un gobierno monocolor, aunque subrayan que esperaban «otra cosa». No gustan muchas de las formas exhibidas durante este año que está a punto de cumplirse, pero si algo desagrada a todos son los constantes enfrentamientos -en público o aireados posteriormente- que han mantenido las tres cabezas visibles del tripartito en Alicante: el alcalde, Gabriel Echávarri (PSOE), el vicealcalde, Miguel Ángel Pavón (Guanyar) y el portavoz del equipo de gobierno, Natxo Bellido (Compromís).

Varios son los asuntos de calado que han sido testigos casi involuntarios de los rifirrafes protagonizados entre la «cúpula» del actual gobierno municipal. Entre ellos, el comercio, por la libertad horaria y el futuro de Ikea. El presidente del Colectivo de Comerciantes por Alicante, Domingo Martínez, asegura que este año que se cumplirá en breve ha sido «un periodo de rodaje». «Espero que termine pronto y empecemos a trabajar en serio. Ahora, un día se dice una cosa y al siguiente, otra. Espero que el próximo año sea el de las decisiones». Sobre las disputas, Martínez mantiene una opinión a la que se suma la mayoría: «Los trapos sucios deben lavarse en casa. No sé quién gana aireando esas disputas; la ciudad, seguro que no». Desde Corazón de Alicante, su presidente -Vicente Armengol- sigue la estela de Martínez, reconociendo que el primer año del tripartito no ha pasado de ser «una toma de contacto». «Entendemos que el aterrizaje es difícil, pero ahora toca trabajar ya. Entre todos, incluido el comercio tradicional, tenemos que colaborar en la marca turística "Alicante!"». Sobre los rifirrafes, mismo parecer, aunque centrándose en una de las vías utilizadas para airear esos trapos sucios: «Hay que llevar cuidado con las redes sociales. Lo que hay que hacer es trabajar por la ciudad de Alicante».

Desde las pymes alicantinas (Facpyme), se califica de «convulso» el primer año del tripartito. «Los gobiernos mestizos son difíciles de llevar, lo entendemos, pero han sido meses de tensiones con los horarios comerciales, la ATE de Ikea, la hostelería y los veladores... Demasiados desencuentros y una falta de diálogo fluido, no se debe excluir a nadie. Se ha aplicado el "divide y vencerás"».

Más incisiva si cabe se muestra la presidenta de la Federación de Asociaciones de Comerciantes y Empresarios (Fecoema), Mari Ángeles Cinos, quien admite abiertamente haber esperado «otra cosa» ante el cambio de gobierno en el Ayuntamiento de Alicante. «El balance es malo, no nos hemos aclarado para nada, creíamos que al ser tres partidos políticos iba a estar todo más repartido, que se iban a fiscalizar entre ellos. Y estamos como al principio de la legislatura, o peor. Y es que no veo un futuro mejor... Estamos muy desanimados», asegura Cinos, para quien los «rifirrafes» públicos del tripartito «no benefician a la ciudad». «No se llevan nada bien, ésa es la cuestión. Tenían que mirar más por la ciudad porque lo primeros son los alicantinos», añade la representante del sector.

Veladores y otros asuntos

Pero no sólo de comercio se ha hablado en la ciudad. Ante la ordenación de los veladores, el sector turístico tomó posiciones. La presidenta de la Asociación de Hostelería de Alicante, Mar Valera, resume el año con una «sensación agridulce». «En el tripartito no existe ninguna armonía. El uno dice blanco y el otro negro, y en medio estamos nosotros. Pagamos sus platos rotos», asegura Valera, quien agradece el apoyo recibido por el alcalde durante el último año. «Sin embargo, -continúa- Pavón dice 'no' a todo. Estamos andando y cada dos pasos nos ponen la zancadilla», añade. Este diario intentó conocer el balance de la Asociación Provincial de Hoteles y de la Asociación de Locales de Ocio, aunque sin éxito.

Con los veladores, entre otros muchos asuntos, los sindicatos también han sido protagonistas. Desde UGT, Yaissel Sánchez, sostiene que las «desavenencias» en el tripartito «han impedido que se vean las cosas hechas este año». «Hay más participación, una visión más social... En un año no se van a lograr todos los cambios que queremos, a ver si el próximo año se empiezan a ver resultados del gobierno. Eso sí, si se llegó a un acuerdo entre las tres fuerzas, se tiene que respetar porque costó mucho firmarlo», explica Sánchez, quien subraya que la «ciudad necesita un solo gobierno», no a tres partidos al frente del poder.

Más optimista en su balance se muestra Consuelo Navarro (CC OO), quien valora el cambio «apreciado» en el Ayuntamiento tras «tantos años de gobierno del PP». «El tripartito ha entrado a valorar asuntos que eran tabú en la ciudad, es importante que el próximo año se centren los esfuerzos en elaborar el modelo de ciudad que todos queremos para Alicante», resalta Navarro, quien pide al tripartito «más comunicación interna» y que «determinados reproches no se hagan públicos» porque «enrarecen el ambiente».

La educación, tanto por la gestión de la Xarxa Llibres como por la polémica sobre la educación concertada, también ha tenido su protagonismo este año. Desde las principales Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos coinciden en el diagnóstico. «No tenemos nada que objetar a este primer año. Ha habido cierto retraso en la gestión de la Xarxa Llibres, pero lo entendemos porque el Ayuntamiento está intervenido», asegura Raúl Alós, desde Enric Valor. Mientras, Ramón López (Gabriel Miró) recalca la «disposición» de los padres y madres de la ciudad en ayudar al actual gobierno municipal.

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