Alicante presenta el escenario tipo para los modelos del cambio climático que anuncian un calentamiento global de cerca de dos grados hacia la segunda mitad del siglo. La provincia lleva dos años cerrando veranos con una temperatura media de 26,7 grados centígrados, 0,7 grados más de lo que Meteorología considera normal. Meses tórridos, sin lluvias, en los que las máximas no bajan de los 30 grados y las mínimas de los 23, con noches tropicales por el exceso de humedad. Algo que, en principio, no ocurrirá este año. Los estudios sobre el clima, vinculados al calentamiento en Alicante, sostienen, además, que la tendencia revela que a partir de 2050 las lluvias se concentrarán en la costa y no en el interior de la provincia donde, paradójicamente, se encuentran los embalses. F. J. B.