La oxidación que presentan en sus anclajes las setas de la calle San Francisco debido a las lluvias y otras inclemencias meteorológicas así como a los orines complican las tareas de retirada de tres de estos elementos decorativos, que comenzaron ayer, y que se realizan muy lentamente para evitar que puedan sufrir daños. El inminente inicio de las obras de construcción de un edificio en un solar de esta calle ha obligado a retirar tres de estas esculturas, de las que sólo está garantizado el retorno de una.

«Se va a notar y se va a desvirtuar mucho el trozo de calle más cercano a Castaños. Estamos apenados», reconocía ayer Toñi Torregrosa, de la asociación de comerciantes Más que centro en referencia a la retirada de las setas, de la que se encarga la empresa constructora del edificio, para lo que está empleando una grúa. Hablaba Torregrosa en nombre de sus compañeros comerciantes, para los que la tematización de la calle en 2013 por el anterior gobierno del PP fue todo un revulsivo puesto que gusta a los turistas.

«Van lentos, con mucho cuidado y una paciencia enorme para que no se estropeen porque están oxidadas», comentó sobre los trabajos. Torregrosa recordó que «una vuelve seguro porque tenemos el compromiso del alcalde y hay una segunda que no está claro debido a que hay que dejar espacio a la salida del garaje del nuevo edificio. Nosotros creemos que sí podría tener espacio».

Sin embargo, la tercera seta tendrá que ser reubicada en otro lugar, que los comerciantes quieren que sea en otro punto de la calle San Francisco, puesto que estaba junto a la obra. De todos modos, el retorno de la seta o setas a su ubicación original va para largo puesto que la construcción del edificio podría demorarse unos dos años, según la licencia aprobada.

Volviendo a la extracción en sí, los operarios consiguieron sacar de su sitio la primera seta en torno a la una y media de la tarde de ayer, la embalaron y la subieron a un camión. La tematización de la calle San Francisco con setas costó 66.000 euros, de los que 37.000 fueron subvencionados con fondos europeos. Un informe avisa de que habría que devolverlos si no se mantiene el proyecto.