El juez sostenía en el auto en el que se archivaba el caso Rabasa que las conductas de algunos de los investigados eran «impropias» de un Estado de Derecho pero no eran delictivas. El fiscal ironiza en su recurso diciendo que el magistrado en ningún momento entra a a valorar cuáles son esas conductas que son impropias de un Estado de Derecho. La aseveración del auto «no se atisba en absoluto en el cuerpo de la resolución; de su lectura no cabe colegir, ni siquiera, irregularidad alguna en la actuación de los investigados, sino todo lo contrario», replica el fiscal. Briones señala que hubiera sido más correcto que el juez fundamentara cuáles eran. J. A. M.
