La última vez que la provincia vivió una secuencia tan seca y prolongada como la actual se vivió en 1994, un año de extrema sequía en Alicante. Según los expertos la provincia presenta ya un escenario que se preveía para dentro de 35 años, a partir de la segunda mitad del siglo XXI. Una coyuntura que afecta a los sectores económicos de la provincia. Son muy buenos para el turismo pero letales para la agricultura.