Cuarenta mil personas, según la organización, pidieron en Valencia al conseller de Educación Vicent Marzà que replantee su política hacia la enseñanza concertada que a su juicio está sufriendo «ataques», debido a que el arreglo escolar para el próximo curso contempla la supresión de varias unidades en centros concertados.

Unos veinte autobuses, además de numerosos coches particulares, viajaron desde la provincia de Alicante para participar en la concentración. Cuando ésta arrancó a las 12 horas, las calles adyacentes a la valenciana plaza de la Virgen estaban abarrotadas. La movilización se prolongó hasta la una y media del mediodía.

Se trata del primer «Salvem» del nuevo gobierno valenciano, pues muchos asistentes llevaban una camiseta con el lema «Salvemos la concertada»; y de la segunda gran movilización contra el Consell del Pacto del Botànic, después de la taurina del pasado mes de marzo.

«Hemos defendido la libertad de enseñanza y esa demanda real de los padres», apuntó Vicenta Rodríguez, presidenta de Escuelas Católicas de la Comunidad Valenciana (Escacv). Rodríguez le pidió al conseller Marzà «que conozca la concertada, que no hable desde un punto de vista parcial y que nos sentemos para ver si es posible volver a serenar las aguas de la educación».

En el manifiesto, que leyeron Vicenta Rodríguez y Julia Llopis, presidenta de la Confederación de Padres de Familia y Padres de Alumnos de la Comunidad Valenciana (Concapa-CV), apuntaron que la Declaración Universal de los Derechos Humanos y la Constitución reconocen la «libertad de enseñanza» y lamentaron que la conselleria califique a la concertada de «negocio» y a sus titulares de «mentirosos». También destacaron la labor social que realizan algunos centros de «barrios deprimidos» que atienden a familias «necesitadas». Asimismo, se reivindicaron como «herederos» de los fundadores de muchos colegios, quienes fueron «pioneros en extender la educación a colectivos excluidos».

En un ambiente alegre pero reivindicativo, con muchas pancartas y, sobre todo, ruido -pues una sonora pitada prácticamente no dejó de sonar hasta que se interpretó «Libertad sin ira» de Jarcha o el pasodoble «Valencia»-, se manifestaron familias y docentes.

Federico Rivera es padre y fue desde Eche junto a otras familias del colegio de sus hijos. «No entendemos lo que hace Marzà; creo que quiere imponer su criterio y su ideología al margen del resto, y no lo consideramos oportuno». También los docentes le reclamaron más diálogo al conseller.

La educación sigue así convertida en el gran campo de batalla de la vida pública en la Comunidad. El Consell anterior ya tuvo que aguantar decenas de manifestaciones educativas: a las centradas en los recortes y los barracones, se sumaron las contrarias a la Lomce, el plan Bolonia y también la Primavera Educativa. Ayer, en cambio, eran algunos dirigentes del PP valenciano los que participaron en la concentración . Su líder, Isabel Bonig, exigía al Consell «que escuchen la voz de un pueblo que pide gobernar para todos».

Respuesta del Consell

El conseller Vicent Marzà acusó al PP de electoralismo y afirmó que le parece «muy bien» que la gente se manifieste y diga lo que opina, aunque aseguró que mantendrá las decisiones que ha adoptado hasta ahora.

También estuvieron presentes miembros de Ciudadanos, como el portavoz autonómico, Fernando Giner, que apuntó que el «derecho a elegir de los padres debe estar garantizado»; los sindicatos Fsie (Federación de Sindicatos Independientes de Enseñanza) y USO (Unión Sindical Obrera), la Mesa por la Educación en Libertad y por la Federación de Centros de Enseñanza de Valencia (Feceval); y empresas y trabajadores relacionados con la educación, como los sectores de cátering, limpieza, material escolar... a quienes «también les importa que la concertada sea buena y exista», afirmó Rodríguez.