El Danño Cerebral Adquirido entra en la vida de una persona cada 6 minutos en España. Hoy una de ellas nos explicará cómo se vive esta patología que te cambia la vida de repente. María del Carmen, ¿qué es para usted el Daño Cerebral (DC)?

Considero que es una cosa terrible, que nos pasa a las personas de repente y sin merecerlo. Nos quedamos totalmente incapaces de valernos por nosotros mismos, no podemos caminar, no podemos asearnos, e incluso, nos resulta difícil hacer algo tan sencillo como es lavarnos los dientes.

Cuéntenos su experiencia, ¿cómo empezó todo?

Me puse malísima, me caí de la cama, no podía andar,.. Lo achaqué a una medicación psiquiátrica que me estaba tomando pero al ir al hospital de Vistahermosa encontré a la doctora Llorca que fue la que me indicó la gravedad de lo que tenía: daño cerebral derivado del Síndrome Guillain Barre. Ella fue quien me enseñó que en Mutxamel había un hospital especializado en problemas como el mío, que podrían ayudarme en este proceso para recuperar mi independencia. El síndrome de Guillain-Barré daña los nervios. Por lo que antes de empezar el tratamiento, sentía hormigueo, debilidad muscular y tenía parálisis.

Supongo que encontrarse en una situación como esta, le habrá hecho replantearse otras parcelas de su vida

Sí, durante el tratamiento en Casaverde he podido comprender que las personas nos necesitamos unos a otros, pero ignoramos las enfermedades de las personas que se encuentran en el mismo lugar que nosotros. Sencillamente no hacemos nada por colaborar en esa ayuda. El tratamiento en el hospital me ha enseñado a ser mucho más humilde y comprensiva. Y creo que esto me ha ayudado a trabajar duro hasta recuperarme totalmente, ya puedo valerme por mi misma como antes y me siento muy orgullosa. Puedo caminar, puedo bañarme, comer, asearme, subir escaleras, vestirme, incluso correr con mis perritos, que era algo que pensaba que no iba a poder hacer nunca más. Además estoy más tranquila interiormente y con mejor estado de ánimo, es como volver a recuperar una vida, volver a nacer.

¿Cómo ha sido ese proceso de rehabilitación?

He realizado todo tipo de actividades: gimnasia con los fisioterapeutas para poder volver a tenerme en pie, caminar, subir y bajar escaleras, etc.. He trabajado mi atención y memoria con la neuropsicóloga, lo cual me ha permitido de tener más control interior y calmar mi ansiedad. He ganado independencia con las terapeutas ocupacionales consiguiendo asearme, comer, vestirme y ducharme por mi misma, incluso ayudar a mis compañeros en el comedor. Con la logopeda he aprendido a mejorar los músculos de la cara y a tener un discurso más fluido. Doy las gracias a todos los profesionales de este hospital que me han salvado la vida.

¿Cuál es su recomendación para aquellas personas que se encuentren en su misma situación?

Recomiendo a todas esas personas que luchen por estar en un centro especializado en neurorrehabilitación como este, que es garantía de recuperación. Tenemos y debemos exigir el derecho a un tratamiento específico a nuestras necesidades, porque como yo he tenido la suerte de descubrir, trabajar intensivamente con un buen estado de ánimo y motivación desde el principio puede marcar la diferencia.