El auge de la fiesta los sábados por la tarde en el entorno del Mercado Central y la calle Castaños atrae hasta Alicante a cada vez más jóvenes de toda España que celebran la juerga previa a la boda desde el mediodía hasta la madrugada.

En el tardeo alicantino cada vez resulta más habitual encontrarse con grupos de jóvenes que celebran las clásicas despedidas de soltero. Se diferencian, como puede imaginarse, por los atuendos que suelen lucir: disfraces de toda condición y elementos eróticos en los lugares más insospechados les delatan. En los últimos tiempos, impulsado por el buen ambiente que se genera en torno al triángulo imaginario que se forma entre el Mercado Central, la Rambla y la calle Castaños, la capital de la provincia ve cómo aumentan exponencialmente el número de jóvenes, y no tan jóvenes, que eligen Alicante como destino para celebrar a lo largo del sábado la despedida de soltero, una celebración más que tradicional que en los últimos tiempos ha dado lugar también a las despedidas... de casados. Es decir, hombres y mujeres que se separan de sus parejas y que celebran con sus amigos la vuelta a la «soltería». Más negocio.

El auge de estas celebraciones en Alicante ha supuesto una inyección económica para la ciudad, y sobre todo para tres tipos de negocios: restaurantes, pubs y hoteles. «Antes celebrábamos despedidas de gente de Alicante, pero en el último año cada vez vienen más personas de fuera de la provincia. Y esto es bueno para la ciudad porque dejan dinero aquí», explicó Lalo Díez, presidente de la Asociación de locales de ocio, quien destaca el auge de las «despedidas de casado» en la ciudad. «Las despedidas en general han tenido un importante impacto en los locales de la zona, pero éstas, en concreto, suele contar con un público mayor, que tiene un mayor poder adquisitivo», matizó Díez.

Las despedidas, de soltero o casados, suelen empezar poco después del mediodía, hora en la que grupos de amigos -con atuendos muy particulares- se dejan ver por la zona del Mercado Central. «Mi hermana me mandó que preparara esta fiesta, y aquí estamos. Hemos venido un grupo de amigas, todas vestidas de luto por la pérdida de la soltería de mi hermana. En la parte más divertida, la novia va a tener que hacer una prueba cada hora, para echarnos unas risas. Ahora le toca un divertido Pasapalabra. Después del Mercado, hemos reservado para comer y luego nos iremos de fiesta por los locales de la zona», explicaba Susana, una joven alicantina, en presencia de Isabel, la protagonista de la jornada.

A escasos metros, otro grupo de jóvenes -chicos, en este caso- empezaban la fiesta minutos antes de las dos de la tarde. Acababan de llegar de Totana (Murcia), donde reside la mayoría. «En un mes me caso. Esta mañana me han metido en un coche y he aparecido aquí. No sé que me espera...», explicaba Luis Miguel. Uno de sus amigos, el organizador de la fiesta, detallaba sus planes, muy parecidos a los de la mayoría: «Unas cervezas en el Mercado, comida en un restaurante y fiesta hasta donde aguante el cuerpo. Los planes nos los ha organizado una empresa, que nos ha cobrado unos 100 euros por cabeza», apuntaba uno de los amigos, quien admitió que «desconocía» el tardeo hasta después de indagar por internet. «Me enteré buscando en redes sociales y, viendo el ambiente, decidimos celebrar aquí la despedida», afirmaba, mientras su amigo y novio -vestido de «princesa»- posaba para divertidas fotos que inmortalizaran la fiesta.

Con todo, las despedidas de soltero en el tardeo alicantino suelen tener puntos en común. «Están teniendo un impacto importante, la gente se informa por internet y viene con las ideas claras. Quieren tardeo, con su Mercado, comida y fiesta», explicaba Diandra Marqués, de Despedidas Costablanca, quien confirmaba que sus clientes suelen ser «más chicas que chicos» y la gran mayoría de fuera de la provincia: «Un 20% de aquí y un 80% de fuera, normalmente de Madrid, Albacete, Murcia...». Otros empresarios amplían la procedencia incluso a Castilla y León. Juanma Rodríguez, de Hot Despedidas, destacó el «cambio» que están viviendo este tipo de fiestas en los últimos tiempos en la ciudad. «Llevamos 16 años con este negocio y vemos cómo cada vez hay más despedidas por la tarde, están gustando mucho. La gente se entera de ese ambiente y quiere disfrutarlo con los amigos y así prolongar las horas de fiesta», añadía el empresario alicantino.