Por primera vez en la historia educativa de la Comunidad, el Consell ha puesto en práctica una planificación escolar o reparto de aulas general y único para centros tanto públicos como concertados, partiendo de la política educativa que auspician los socios de gobierno Compromís y PSOE por la equidad de lo sostenido con fondos públicos. ¿De cuánto dinero hablamos?, ¿qué cantidades se destinan a uno u otro modelo educativo?.
Los presupuestos para este año 2016 destinan 3.000 millones de euros a los programas denominados oficialmente enseñanza Primaria y Secundaria, que aglutinan desde Infantil a la Formación Profesional Infantil Formación Profesional y concentran un 75% de lo que financia el área que dirige el conseller Vicent Marzà.
Para los conciertos educativos se han presupuestado 690 millones, y los 2,5 millones restantes sufragan los gastos de los centros públicos. Los conciertos se dirigen, básicamente, a pagar los sueldos del profesorado que trabaja en esos colegios. Es, en términos porcentuales, el 21,56% de la partida global.
Desde la Federación de enseñanza Fete-UGT aclaran que ese 21% no se corresponde exactamente con la proporción de alumnos que estudia en estos colegios y que asciende al 27,43% del total. Javier González Zurita puntualiza que la diferencia responde a una de las batallas históricas de los sindicatos para que los trabajadores de la concertada cobren como en la pública. «Las condiciones laborales y económicas no son las mismas. Tienen jornadas superiores y no reciben el complemento retributivo equivalente a los sexenios», subraya. No obstante, estos docenes han visto mejorar con la llegada del nuevo Consell su situación salarial en un 1% más.
Teniendo en cuenta que la cifra de estudiantes en unos y otros centros ronda los 800.000 - de los que más de 555.000 están en centros públicos y el resto en centros concertados, como muestra el cuadro en esta misma página-, el gasto medio que destina Educación por escolar es de 4.000 euros.
Más para todos
En general, las cuentas de Educación han aumentado un 4,7% con respecto al año anterior, porcentaje del que arañan todos.
Las becas para Infantil de 0 a 3 años, en centros privados, reciben 3 millones de euros más, de 27,2 millones que obtuvieron en 2015 con el bono infantil, a los 30 millones para becas de ahora.
Para subvencionar el nivel de Primaria se destinan 345 millones de euros, lo que supone un incremento de 10,7 millones con respecto al año pasado. Y para Secundaria, Bachillerato y FP otros 344,9 millones, de los que el grueso, 253 millones, corresponden a conciertos de ESO, que también aumentan su dotación frente a la del año anterior, pero no así la FP, que recibe menos fondos.
Los ciclos concertados de grado medio se subvencionaron con 30,7 millones en 2015 y este año con 30, 1 millones; y los de grado superior también recibieron para el concierto en 2015 15,1 millones y este año 14,4 millones de euros.
En el terreno de la enseñanza pública, los incrementos económicos se han dirigido a financiar los comedores escolares con 10 millones más, de 45 a 55,5, que sufragan el gasto que implica su apertura desde el primer día de clase hasta el último, lo que incluye los meses de septiembre y junio que nunca antes habían abierto.
Piedras
Al margen de las cuentas, al conseller Marzà le han salido dos piedras en el zapato de cara a los últimos compases del curso desde ambos modelos de enseñanza.
Los centros concertados protagonizan las primeras movilizaciones masivas en la Comunidad y, desde el sector público, la movilización procede de los defensores de la jornada única.
Ambos colectivos se han propuesto presionar a los responsables educativos para que atiendan sus demandas, pero de momento Campanar -sede de la conselleria en Valencia-, no se pliega a ninguno de estos deseos. El mantra de Marzà, absolutamente respaldado por el president Puig, es «el cumplimiento de la ley» en cuestión de ratios y demanda de matrícula, y tampoco cede en el porcentaje de votos para la jornada.
