El alcalde, Gabriel Echávarri, acogió ayer la resolución del Consell con enfado «y mucha rabia porque el compromiso que yo había alcanzado con el Corte Inglés para que cada empleado no trabajara más de 13 festivos al año y la creación de 200 puestos de trabajo, se queda en nada porque ya no dependen de mí para abrir». El alcalde se mostró especialmente disgustado con sus socios en el tripartito y con el Partido Popular «porque sabíamos que esto iba a pasar y, pese a todo, su negativa y su inmovilismo han hecho que hayamos perdido todo lo negociado» en referencia a la negativa de su socios de Guanyar y Compromís y del PP a aprobar su propuesta de apertura total.

Echávarri en su página de Facebook pidió perdón «a todos los trabajadores y trabajadoras, por no haber sido capaz de convencer a mis socios de gobierno, Guanyar y Compromis, para que apoyaran mi propuesta, pero tengo la conciencia muy tranquila que luché todo lo que pude para limitar a 13 los festivos que iban a trabajar. Y pido perdón a los más de 700 alicantinos que iban a poder trabajar gracias al acuerdo que había cerrado. Ni el empleo ni la conciliación fueron argumentos suficientes para los conformistas».

Con respecto a su postura a partir de ahora sobre la política comercial, Echávarri indicó a este diario que «estudiaré el informe en detalle y ya veremos», al tiempo que en la red social señaló que «seguiré luchando para intentar alcanzar el acuerdo más beneficioso para los trabajadores, espero que me acompañen hasta los más inmovilistas, porque gracias a su inmovilismo se ha perdido lo conseguido».

Aunque por distintos motivos, sus socios en el gobierno también se mostraron ayer disgustados con la resolución del Consell de estimar el recurso de alzada de El Corte Inglés tras el informe de la abogacía del Consell. El portavoz municipal de Compromís, Natxo Bellido, dijo que «lo han tumbado porque dicen que no se cumplió el trámite de dar audiencia previa a los afectados, pero nosotros llevamos el tema al Consejo de Comercio e hicimos las cosas como nos dijeron y el Consell lo aprobó», al tiempo que considera que «ahora tiene todavía más sentido nuestra propuesta de alcanzar un pacto en este tema que garantice la estabilidad y se busque un equilibrio con el comercio de proximidad que garantice la conciliación».

Por su parte, el portavoz de Guanyar, Miguel Ángel Pavón, se mostró «apenado y decepcionado porque el Consell no ha respetado la autonomía municipal» y cuestionó que en su momento «el Consell aprobara la petición municipal de sacar Maisonnave de la zona de Gran Afluencia Turística y ahora apruebe lo contrario». Para Pavón «esto afecta muy negativamente a los trabajadores que no podrán conciliar y tampoco creemos que sea bueno para el pequeño comercio». El portavoz de Guanyar añadió que «es un varapalo muy fuerte contra el Ayuntamiento» y recordó que el director general de Comercio del Consell, Natxo Costa «dijo que el Consell no iba a cambiar la decisión del Ayuntamiento».

El portavoz del grupo popular municipal, Luis Barcala, se mostró por su parte satisfecho al conocer la noticia «porque al final nos han dado la razón. Desde el principio y en solitario nos negamos al cierre de Maisonnave los festivos porque entendimos que era malo para Alicante y malo para el comercio y que estaba mal hecho, y la cosas mal hechas terminan mal», para añadir que «entendemos que se reconduce un error que nunca debió producirse y volvemos al punto de partida. A partir de ahora queremos que se vaya trabajando en la liberalización comercial por fases y con acuerdos». Barcala además mostró su «total confianza en que El Corte Inglés, uno de los comercios situados en Maisonnave que podrán abrir otra vez desde el próximo domingo, respetará los acuerdos laborales comprometidos con los trabajadores y manteniendo su propuesta de creación de empleo».

El portavoz municipal de Ciudadanos, José Luis Cifuentes, abogó por una solución definitiva y consensuada en el tema comercial de Alicante «porque hace falta dar estabilidad al comercio si queremos que inviertan en Alicante y no esto que parece un cachondeo: hoy abrimos, mañana cerramos y al otro día volvemos a abrir».