Para darse cuenta de los problemas a los que las personas ciegas o en silla de ruedas se enfrentan para desplazarse por la ciudad basta con acompañar a alguien con movilidad reducida. Y es que, de media, se encuentran con unos 20 obstáculos por cada kilómetro. No es una cifra al azar sino la que calcula la plataforma Alicante Accesible que está llevando a cabo un chequeo en la ciudad de cara a la elaboración de un mapa de itinerarios accesibles. Para ello, han dividido Alicante en 61 rutas de alrededor de un kilómetro cada una que los miembros de la plataforma recorren para determinar cuáles son los problemas y qué soluciones podrían encontrarse. Hasta ahora han efectuado 32 itinerarios y han detectado unos 300 puntos impracticables, los llamados puntos rojos, y otros 300 amarillos, que permiten el acceso a las personas con poca movilidad pero que no se ajustan a la ley.
Miembros de la plataforma realizaron el pasado lunes uno de sus itinerarios por el Polígono de San Blas. «Los problemas se repiten en prácticamente todas las rutas», ha indicado la presienta de Alicante Accesible, Llanos Rodríguez, mientras con su silla de ruedas muestra un paso de cebra en la calle Foguerer Ramón Gilabert al que no puede acceder con su silla de ruedas porque no hay rampa en el bordillo. Sólo en esta calle hay una muestra de los problemas con que se encuentra cualquier persona que vaya en silla de ruedas. La calle no es muy ancha y además en algunos tramos hay árboles plantados en medio que dificultan, o incluso impiden, el paso. En otro tramo hay aparcamientos para minusválidos pero uno de ellos está ocupado por un contenedor y en otro punto hay unos bolardos con los que los ciegos se tropiezan a menudo, hasta el punto de que en la plataforma los llaman con humor «capaciegos». Julio Luján, miembro de la plataforma va tomando nota de todos estos obstáculos. «Luego haremos un informe para el Ayuntamiento de cada itinerario con propuestas como eliminación de mobiliario urbano donde moleste, ampliación de aceras, cambio de pavimento para que no resbale...», dice Julio libreta en mano mientras sigue apuntando puntos problemáticos para las personas con dificultades de movilidad. «En San Gabriel hay una acera que han convertido en carril bici así que no hay por dónde pasar», comenta Julio Luján, señalando un carril bici que mantiene la raya continua frente a un paso cebra, mientras Llanos se queja de muchos vados que tienen la acera inclinada «y con la silla de ruedas es difícil pasar porque puede volcar».
Toda una colección de obstáculos que se suman a los que las personas con movilidad reducida ya tienen de por sí. Ayer mismo recogía este diario el caso de dos mujeres que hicieron un plante frente a un autobús porque no se les permitió subir con sus vehículos motorizados porque lo impide la normativa.
Estos itinerarios se han realizado tras alcanzar un convenio de Alicante Accesible con el Ayuntamiento y el lunes acompañaron a los miembros de la plataforma en su ruta el técnico municipal Pedro Riquelme, Amparo Agulló del departamento de Planificación Viaria y Movilidad Sostenible, así como un representante de Arquitectos sin Fronteras y una alumna en prácticas de Obras Públicas para proponer soluciones que mejoren la accesibilidad.
